Turismo y morosidad
La crisis turística que están viviendo los dos archipiélagos está comenzando a extenderse al resto de las economías insulares. Los elevados ratios de morosidad comercial de mayo y junio en Baleares y Canarias son una prueba más de la importancia que tiene el sector del turismo en la economía global de las islas y de la fuerte dependencia que de él tienen el resto de actividades. De momento, la situación no es alarmante, pero sí lo suficientemente grave como para ponerse manos a la obra. Primero, para tomar medidas de mejora de la calidad en los servicios, en una actividad como el turismo, muy sujeta a la fuerte competencia internacional. Segundo, para diversificar en lo posible las fuentes de riqueza, con el objetivo de que las crisis que se ceben en un sector no acaben extendiéndose como un cáncer al resto del aparato productivo. Ni Baleares, ni Canarias, ni el resto de España se lo pueden permitir.