De los contenedores al mostrador
Su objetivo es recuperar todos los materiales de papel y cartón retirados por los ciudadanos, comercios e industrias para que vuelvan a ser útiles. Europac consigue que ese material, típico desecho urbano, pueda tener una segunda vida lejos del basurero como cartón ondulado. Con el producto final se fabrican las cajas para embalajes. En 2003 la compañía recicló 318.000 toneladas y espera producir 790.000 para 2006.
Un proceso sin cortes de producción. Durante todas las horas del día y todos los días del año. Los trabajadores, que se reparten en tres turnos diarios, de ocho horas cada uno, se dedican a alimentar de materia prima las máquinas instaladas en las fábricas que Europac tiene en la península Ibérica, su mercado natural. Reciclaje es la palabra clave. En total, el año pasado la empresa recicló 318.000 toneladas. Para hacerse una idea de lo que significa esta cantidad, baste decir que es como reciclar 21.000 tráiler, que, puestos en en fila, ocupan 525 kilómetros. Por su parte, la industria papelera española recupera al año 3,5 millones de toneladas, lo que supone 5.833 kilómetros de camiones.
Este compromiso con la recuperación y el consiguiente respeto por el medio ambiente viene de largo. Europac ha seguido una tradición que en España arranca desde muy antiguo. Un territorio fundamentalmente seco y un crecimiento lento de las especies arbóreas agudizó el ingenio a la sociedad y, por ende, a la industria españolas de este sector. Tampoco hay que olvidar el fundamento económico, ya que es más barato desfibrar producto usado que utilizar fibra virgen.
Europac tiene dos grandes líneas de producción: una de papel para cartón ondulado y otra de cartón y embalaje. En 2003, la producción de la división de papel alcanzó las 478.912 toneladas, mientras que la de cartón y embalajes produjo 308 millones de metros cuadrados de plancha de cartón, con los que se obtuvieron 224 millones de metros cuadrados de cajas de cartón. Estos productos se fabrican en las instalaciones que la empresa tiene en Dueñas (Palencia) y Alcolea de Cinca (Huesca), amén de otras fábricas ubicadas en Portugal.
Los productos que comercializa, con especificaciones técnicas garantizadas, son papel, de varios tipos, como kraftliner, testliner blancos, testliner marrones y papeles para ondular; cartón, de diferentes tipos, según la combinación del número de papeles, y embalaje, con cajas a medida.
España es deficitaria en fibra reciclada, produce más que recicla, por lo que es necesario importar papel viejo en cantidades importantes de países como Francia, Portugal, Alemania y Estados Unidos. Juan Jordano, director general de Europac, señala como causa principal de este déficit la escasa tasa de recogida. 'Nuestra tasa está en el 50% y habría que alcanzar una eficiencia del 75%. Esta falta está relacionada con el sistema de recogida. En vez del sistema doméstico implantado, habría que optar por el de puerta a puerta, como hacen algunos ayuntamientos, caso de Oviedo. Pero hay intereses creados para que esto no sea así', remacha. A su juicio, España debe hacer un esfuerzo serio por aumentar la tasa de reciclaje de papel viejo, 'ya que la industria tiene proyectos muy serios y necesitará más aportaciones de papel reciclado'.
En este sentido, Europac tiene en marcha un plan de inversiones hasta 2006 que contempla un aumento de la capacidad de producción de papel para cartón desde las 490.000 toneladas actuales hasta 790.000. Además, prevé nuevos proyectos como la construcción de una nueva fábrica de papel reciclado en Viana do Castelo, con una inversión de 125 millones de euros, y la puesta en marcha este año de una fábrica de embalaje en Mourao, ambas en Portugal.
Estrategia
'Pretendemos conseguir la mayor gama posible de papeles. Nuestra estrategia pasa por integrarse desde abajo, es decir, que la producción papelera esté hecha en la propia planta cartonera', indica Jordano. Otra actividad en la que se está introduciendo Europac es en la cogeneración. 'Hemos llegado a producir nuestra propia energía. Esta área será un punto estratégico para el sector papelero en el futuro', subraya.
El producto final de Europac puede verse en las tiendas y centros comerciales: embalando televisiones, botellas de vino, frutas, verduras... A la hora de fabricar el cartón, hay que realizar combinaciones distintas de los papeles que lo componen para dar con las características necesarias que requiere el producto a embalar. No es lo mismo hacer una caja para acoger bolsas de patatas fritas (que debe ser gruesa para evitar que los golpes las destrocen) que hacerla para un producto resistente y pesado como la leche. En este caso, tiene que ser una caja fina y sin peso.
De la misma forma, hay que tener en cuenta características como si el producto desprende humedad o no (el caso de las fresas), si el sistema de conservación será una cámara frigorífica o será seco, si la cadena logística es muy corta o larga. 'En el embalaje final hay infinidad de variables que interaccionan. Es una industria muy compleja', dice Jordano. Un campo en el que se está introduciendo el cartón ondulado es en el del envase. Poco a poco veremos a unidades de producto, como una botella, por ejemplo, con un envase de cartón ondulado, 'ya que es un material muy poco pesado, con menos cantidad de fibra, pero más resistente', concluye.