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CincoSentidos

Benicàssim, el reclamo turístico más eficaz

Ya está en marcha. Anoche, Fangoria, Tim Booth (ex líder de los británicos James) y Felix da Housecat, entre otros, dieron el pistoletazo de salida a la décima edición del Festival Internacional de Benicàssim (FIB Heineken), que comienza hoy su descarga de más de 185 horas de música independiente.

Todos contentos. Las más de 30.000 personas (38.000 en la edición de 2002) que se congregan en la localidad de la costa de Azahar hasta el lunes, y los hosteleros y responsables de turismo de Benicàssim, que ven en esta cita musical la promoción que siempre desearon.

'El impacto mediático es incalculable', asegura Rafael Pallarés, presidente de la asociación de empresarios turísticos de Benicàssim. La localidad de Castellón se ha forjado la fama mundial de meca de la música contemporánea a la que acuden un 77% de españoles, un 11% de franceses, un 6% de británicos y un 2% de alemanes, según estimaciones del festival. Sólo este año se han acreditado 1.200 periodistas.

Los hosteleros, dueños de restaurantes y supermercados de la localidad se frotan las manos. Cada fiber, como se denomina a los que acuden al festival, deja en Benicàssim una media de 210 euros en los cuatro días de conciertos. La organización del FIB estima que en la edición de 2002 siete millones de euros se quedaron en la localidad y alrededores y unos 40 millones de euros en los diez años que se lleva celebrando.

Pero lo que más importa al sector turístico de la zona es que estos jóvenes que corretean, duermen y bailan por el pueblo cuatro días al año, son 'los visitantes que vendrán en el futuro'. 'Si les queda un recuerdo amable de su juventud, después traerán a toda la familia', se argumenta desde la Concejalía de Turismo.

La media de edad está en torno a los 20 y 25 años, aunque entre el público puede haber profesionales o banqueros que rozan la cincuentena', aseguran desde el consistorio. El elemento común son las ganas de disfrutar de la música pop, rock y electrónica que no abunda en las listas de éxitos. Una idea que llevó a José y Miguel Morán a montar un festival allá por 1995 y que hoy da trabajo a unas 3.000 personas durante el primer fin de semana de agosto y a una treintena a lo largo del año.

Aunque la mayoría de los festivaleros pernoctan en el camping habilitado dentro del recinto del FIB, los más cómodos comienzan a reservar camas desde que acaba la edición. En marzo, ya es imposible conseguir nada. Y ante la escasez de camas hoteleras en Benicàssim, unas 4.000, el área de influencia se extiende por toda la provincia. 'El alojamiento llega al 100% en un área de unos 100 kilómetros', asegura Pallarés.

La única pega es que el alquiler sólo es por una semana. 'Benicàssim es flor de un día', se lamenta. Que se lo digan a los hermanos Morán. A ellos la idea de montar un festival les dura ya diez años.

Un cartel de leyendas

l Siete escenarios, 1.800 metros de recinto, 185 horas de música, moda, cortos, teatro, danza y un cumpleaños que celebrar: los 10 agostos del FIB. Lo más granado del pop, rock y electrónica internacional ha pisado sus escenarios: Beck, Radiohead, The Cure, Pj Harvey, Suede y un largo, largo etcétera. El cartel del décimo aniversario recoge algunas de las leyendas que han forjado la música de hoy.l Los alemanes Kraftwerk, que allá por los setenta comenzaron a experimentar con la electrónica en su sonido más industrial, son los protagonistas de la noche del viernes, junto a los británicos Pet Shop Boys o los también germanos Einstürzende Neubauten.l La noche del sábado tendrá leyendas para rato cuando aparezcan por el escenario verde Lou Reed y el ex líder de The Smiths, Morrissey. Los hay como Belle and Sebastian, que son ya clásicos del festival.l El fin de fiesta tiene a Brian Wilson de The Beach Boys como estrella indiscutible, y a los Chemical Brothers que, aunque más recientes, revolucionaron en los 90 la música de baile. Arthur Lee de Love redondea la lección de historia.

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