El sector electrónico critica el coste de la gestión de residuos
Ocho colectivos empresariales relacionados con el negocio eléctrico y de la electrónica de consumo -Aetic, Afec, Afme, Anfalum, Anfel, Asimelec, Fape y Fer- han manifestado su postura contraria a las futuras exigencias del Gobierno en materia de gestión de residuos.
El próximo 14 de agosto debería producirse la transposición de la directiva de enero de 2003 que alude a esta problemática y exige a los fabricantes responsabilidad sobre el material y aparatos, tanto industriales como domésticos, que desechan los consumidores.
De momento sólo existe un proyecto de real decreto para la citada adaptación de la directiva al ordenamiento español, pero las críticas no se han hecho esperar. 'En España se quiere exigir más que en el resto de Europa, eso lo va a pagar la industria con la pérdida de competitividad, y el consumidor con un aumento de precio', explica José Pérez, director general de la Asociación de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones (Asimelec).
El decreto obliga a los productores a recoger los residuos a domicilio, lo que supondrá un encarecimiento del 5% al 15% en los aparatos para responder a costes de logística y gestión, según las asociaciones. Además, advierten que una legislación más rígida motivará despidos en un sector que emplea a 260.000 personas y mueve 80.000 millones al año.
Las ocho patronales reclaman la atención del Gobierno para que suavice las exigencias, implique a los ayuntamientos y armonice la legislación en todas las comunidades autónomas. Otra de sus peticiones es la apertura de un registro nacional de fabricantes que evite que unas empresas cumplan con la ley y otras no.
'Compartimos los objetivos de protección del medio ambiente, pero la industria no puede asumir los costes de ir casa por casa', lamenta Pérez.
A la vuelta de un año, cada compañía deberá acreditar que realiza la recogida de residuos, ya sea de forma individual o a través de entidades creadas a partir de la asociación de varias empresas. En este sentido ya existen las experiencias de Tragamóvil, para retirar los teléfonos en desuso, o Ecofimática, para los equipos de oficina.