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La universidad pública de EE UU da la talla frente a la privada

Durante los años sesenta, la Universidad de Wisconsin era un hervidero político. Manifestaciones, protestas e, incluso, bombas caseras estaban presentes en el campus de Madison. Hoy, Wisconsin es un criadero de líderes empresariales. La universidad, con 29.000 alumnos, está empatada en el primer puesto con la prestigiosa Universidad de Harvard en la formación de altos directivos estadounidenses. Cada una aporta 15 directores ejecutivos al Standard & Poor's 500, el principal índice bursátil norteamericano.

Harvard, emplazada en el Estado de Massachusetts y fundada en 1636, es el centro educativo más antiguo del país. En la actualidad, cuenta con 6.650 alumnos.

La lista de honor de estudiantes de Wisconsin incluye nombres como Carol Bartz, primera ejecutiva de la empresa de software Autodesk; Thomas Falk, de Kimberly-Clark, el mayor fabricante de pañales de EE UU, y Lee Raymond, cabeza del gigante petrolífero Exxon Mobil. Entre los alumnos de Harvard se encuentran Steve Ballmer, presidente de Microsoft, Franklin Raines, dirigente de la financiera Fannie Mae, y Sumner Redstone, directivo de Viacom, el tercer grupo de comunicación del país. Bill Gates, por su parte, nunca llegó a finalizar sus estudios ahí.

Un año en Harvard, incluyendo alojamiento y manutención, cuesta 33.000 euros. En Wisconsin oscila entre los 12.000 y los 23.500

Las grandes universidades estatales como Wisconsin dejan atrás a sus colegas privadas en la formación de ejecutivos. Los altos directivos tienen cuatro veces más posibilidades de haberse licenciado en universidades con financiación pública que en un centro perteneciente a la selectiva Ivy League, que agrupa a las ocho universidades de mayor fama de la costa Este. Algunos de los más prestigiosos centros públicos estadounidenses son la Universidad de Tejas, la de Nueva York y la de California.

La diferencia de precio entre una educación en Wisconsin y otra en Harvard es clara. Un año en Harvard, incluyendo alojamiento y manutención, cuesta 33.000 euros. Mientras que en Wisconsin los habitantes del Estado deben pagar 12.000 euros y, aquellos que provienen de fuera, 23.500.

Para algunos, la preponderancia de ejecutivos formados en universidades públicas se debe a una mera cuestión de números: sólo el 0,8% de los 7,5 millones de universitarios asisten a alguna de las ocho universidades de la Ivy League en 2001. Sin embargo, muchos de los estudiantes que van a Harvard suele ser los hijos de las elites. Esto lleva a un ex alumno de esta universidad a afirmar que 'haber pasado por Harvard es una marca que te ayuda toda la vida'.

Este año, Harvard ha admitido 2.030 estudiantes entre las 19.750 solicitudes que ha recibido. Frente a esto, Wisconsin ha aceptado a 14.000 de los 21.000 solicitantes que tuvo.

En esta pugna entre el pedigrí y el mérito puede que haya un argumento adicional para que los accionistas de una de las 500 empresas del índice de S&P se decanten por un ejecutivo formado en Wisconsin. En el último año, las acciones de las compañías dirigidas por licenciados en Wisconsin han tenido un rendimiento del 27,4%, algo más de un 2% superior al de las empresas dirigidas por graduados en Harvard.

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