Guerra abierta en el 'pool' eléctrico
Aunque la acusación de 'manipulación' de precios contra Endesa se formalizó hace sólo dos días y llegó de la mano de Gas Natural, hace ya varios meses que Iberdrola mantiene una campaña soterrada contra su competidora, a la que ha acusado de estar 'tirando los precios del pool', al ofrecer megavatios de carbón inusualmente bajos, cuando el precio de la materia prima se ha duplicado. Sin embargo, a diferencia de Gas Natural, que compite en el mercado de la generación con ciclos combinados y ha llegado a insinuar prácticas de dumping, Iberdrola sólo ha aludido a 'distorsiones' en el mercado por el efecto de los CTC, mecanismo legal que permite a las eléctricas, cuando el MW/hora no llega a 36 euros, cobrar la diferencia vía tarifa. De hecho, Iberdrola reconoce que Endesa no comete ilegalidad alguna, por lo que su estrategia parece dirigida a avivar una campaña de presión contra los CTC en la que, al parecer, cuenta con la aquiescencia de algún sector del Gobierno.
Al margen de las dificultades para entender el funcionamiento del pool, un mercado libre en el que el 80% de la electricidad la compran y la venden Endesa e Iberdrola, hay dos cuestiones que llaman la atención: ¿por qué ha sido, precisamente, la acusada la que ha recurrido al regulador y no las acusadoras? ¿Y por qué los CTC distorsionan ahora el mercado cuando vienen funcionando desde hace varios años? Hay quien apunta al dato de que a Iberdrola sólo le faltan por cobrar un 20% de los CTC y a Endesa, el 53%. También hay analistas que indican que esta batalla en el pool es la primera consecuencia de la metamorfosis que está experimentando el parque español de generación, en el que se empieza a comprobar que el gas no puede competir con el carbón y que, cuando éste pierda peso por el efecto de Kioto, la puerta a fuertes subidas de la luz queda abierta. Por el momento, los operadores de los nuevos ciclos combinados tienen serios problemas para rentabilizar sus inversiones por los bajos precios. La CNE, que debe ser transparente en la investigación solicitada por Endesa, tiene la última palabra.