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Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Londres esperaba más de Santander

La prensa británica no ha recibido con tracas y cohetes la entrada de Santander en Abbey National Bank. La oferta de una acción por otra -más un dividendo de 31 peniques que tan pronto puede considerarse que lo paga Santander como que no- ha sabido a poco al mercado británico, que el viernes esperaba más por una entidad que, todo sea dicho, no es precisamente la joya de la corona.

La operación, para Santander, parece positiva, según la mayor parte de los analistas. Independientemente de cómo se valoren las inversiones en América Latina, éstas no van a desaparecer y, hoy por hoy, es mejor alternativa diluir este riesgo que tratar de eliminando con una venta a precios bajos.

Por otra parte, el coste de la operación es bajo, toda vez que el desembolso será en acciones y no obligará a la entidad a realizar una ampliación de capital dineraria o a endeudarse. Esto es, claro está, lo que ha sabido a poco entre la comunidad de accionistas de Abbey National. En otras ocasiones, como en Banespa -en la que pujó por más del doble que sus competidores-, Santander apostó fuerte. En Abbey ha preferido apurar.

Precisamente, es en este punto donde a algunos expertos les entran las dudas. Santander, si las cosas siguen su curso, absorberá Abbey sin necesidad de presentar oferta -la fusión se aprobará en junta-. No desembolsará un euro para hacerse con las acciones, y la ecuación de canje no contenía prima en el momento en que fue anunciada. Demasiado fácil, en definitiva.

Hoy por hoy, la principal incógnita que pesa sobre esta operación es si habrá contraoferta. Si la hay, será un problema para Santander. También significaría que el precio que ha ofrecido por Abbey es barato, si bien no hay que olvidar que la entidad británica no cotiza muy por encima de lo que paga Santander.

En cualquier caso, y con la información disponible hoy, la operación es positiva para la entidad española. Y si se le ha de poner un pero, más que el precio -a nadie obligan a aceptar- sería el hecho de que no lance oferta pública.

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