Calor de verano en el trabajo
No es lo mismo soportar las altas temperaturas veraniegas bajo la sombra de una palmera que hacerlo en una oficina o trabajando bajo el inclemente sol. La Asociación Nacional de Entidades Preventivas Acreditadas (Anepa) alerta en un estudio de los riesgos de deshidratación o agotamiento, entre otros síntomas, si el lugar de trabajo no está lo suficientemente ventilado.
Ante los distintos síntomas, entre los que también se incluyen calambres, desvanecimientos o irritabilidad, el Presidente de Anepa, Juan Carlos Bajo, recomienda intentar reducir las temperaturas de los locales y, en caso de no poder hacerlo, llevar a cabo una serie de medidas preventivas que consisten fundamentalmente en la hidratación y el consumo de sales.
Bajo advierte de que hay que ser 'proactivo y solicitar la realización de mediciones de temperatura y humedad que permitan analizar la existencia de situaciones de estrés térmico'. Las medidas de prevención pasan por el aumento de ventilación, la instalación de sistemas de aire acondicionado y la regulación de paradas periódicas para evitar el aumento de la temperatura corporal por encima de los 38 grados.
Siestas cortas
Una siesta corta de diez minutos puede ser el mejor antídoto contra la fatiga de verano y el cansancio laboral. Según el jefe del servicio de Neumología y coordinador de la Unidad de Sueño de la Fundación Jiménez Díaz-UTE, Nicolás González Mangado, las siestas cortas 'de unos 10 minutos o media hora' en los meses de verano son 'reparadoras, beneficiosas y disminuyen el cansancio del individuo e incluso la incidencia de la patología cardiovascular'. El especialista recuerda que la siesta es una costumbre típicamente ibérica, que en su momento fue criticada por otras culturas, pero que con el tiempo se han demostrado sus beneficios. También señala que estudios recientes de empresas norteamericanas 'coinciden en que esta práctica aumenta el rendimiento laboral'.