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Concentración bancaria

Botín negocia comprar el Abbey

Pistoletazo de salida a las fusiones bancarias en Europa. El Santander anunció ayer que negocia la compra del sexto banco británico, Abbey National, lo que le convertiría en el primer banco de la zona euro y el noveno mundial. Es de prever que el consejo extraordinario del domingo zanje la operación, bien para dar la luz verde o, lo que parece más improbable, para rechazarla.

Abbey National tiró la primera piedra al comunicar ayer por la mañana que tenía una oferta de compra encima de la mesa, dando a entender que el Santander estaba detrás. Citigroup apareció también en un primer momento en las quinielas. Dos horas después, el banco que preside Emilio Botín despejó dudas y confirmó que 'mantiene conversaciones' con Abbey National. Aunque matizó que no era posible 'determinar' si desembocaría o no en una oferta.

La CNMV suspendió la cotización poco antes del cierre del mercado y minutos después el banco comunicó que el domingo celebra un consejo extraordinario para valorar una operación que lleva meses rumoreándose en el mercado.

Tras el severo castigo a la acción (bajó un 4,08%) todo hace pensar que el banco no querrá volver a cotizar el lunes con una operación sin resolver que generaría incertidumbre y perjudicaría de nuevo al valor. Es de prever que el consejo apruebe la compra y, en un mínimo de posibilidades, la rechace.

El banco, de hecho, ha comunicado a los sindicatos la operación dándola por hecha, como si fuera un acuerdo ya cerrado. Y les ha convocado para una reunión la próxima semana para analizar las posibles implicaciones, según fuentes de las centrales.

La operación, en la que está trabajando el bufete Uría y Menéndez, aporta principalmente dos ventajas al Santander. Le da peso en Europa y tamaño. Por capitalización bursátil, le coloca como el primer banco de la eurozona y el cuarto de Europa, tras el británico HSBC, su socio Royal Bank of Scotland y el suizo UBS. Superaría al también británico Barclays, al francés BNP Paribas y muy de lejos al Deutsche Bank. Subiría al noveno puesto en el ranking mundial.

Pero el beneficio fundamental de la operación, según los expertos consultados, es que le permitirá diversificar el riesgo global del grupo y reducir su exposición a Latinoamérica, como confirman fuentes próximas al consejo. La volatilidad en Brasil (donde posee Banespa, el tercer banco privado) lleva meses lastrando la cotización.

Sorpresa de los consejeros

El propio Botín se ha quejado varias veces de que la acción no recoge el valor del banco. 'No es proporcional el beneficio que aporta Brasil con el daño que hace en la acción', señala un analista.

Sin embargo, los expertos no ven clara una aportación al negocio del banco ya que el Abbey está centrado en banca minorista, fundamentalmente hipotecas, en un mercado ya muy maduro. Las posibilidades de crecer en financiación al consumo, segmento en el que el banco está centrando sus últimas compras, también parece complicado.

Con todo, la operación, que el propio consejero delegado del banco, Alfredo Sáenz, declaró frustrada el mes pasado, ha causado gran sorpresa en los consejeros. En ninguna reunión se ha tratado hasta ahora la adquisición, que según fuentes del consejo, da facilidad de expansión en Europa.

Un banco mediano muy fuerte en hipotecas

Creado en 1944 mediante la fusión del Abbey Road Building Society y la National Building Societyes, Abbey National es el sexto banco en activos y segundo banco hipotecario del Reino Unido. Es una entidad mediana que cuenta con 18 millones de clientes, 26.000 empleados, 741 sucursales y 1,8 millones de accionistas. A nivel internacional, es el banco número 16 de Europa y el 30 del mundo por reservas. Tiene un valor bursátil de 12.865 millones de euros, equivalente al Banco Popular en España que contabiliza 10.100 millones. Aunque en los últimos dos años ha estado lastrado por pérdidas que acumularon 2.449 millones de euros, el banco prevé retornar a beneficios en este curso tras la profunda reestructuración emprendida por su nuevo presidente ejecutivo Luqman Arnold. Hace 18 meses, el presidente de Abbey, Terry Burns, fichó a Arnold desde el suizo UBS para poner orden en la institución. Para el Abbey National, los intentos de compra no son nuevos. En 2001 el Lloyd's, intentó comprarlo por 27.000 millones de euros pero el Gobierno bloqueó la fusión por mandato de la Comisión para la Competencia, que la consideraba contraria a los intereses del mercado. Al año siguiente sus accionistas rechazaron una oferta del Bank of Ireland, hasta que este año la posible compra del Santander se ha rumoreado insistentemente en el mercado.

Pendientes del precio y de cómo se financiará

Cuánto le costará y cómo va a afrontar el Santander la compra del Abbey son las principales dudas del mercado. Todos los expertos consultados apuntan que el precio es la clave y anticipan que el banco puede salirle caro al grupo español.1 Lo más probable es que el banco acuda a una fórmula mixta para afrontar la adquisición. Un canje de acciones entre las dos entidades, con una aportación en metálico puede ser una vía.2 La ampliación de capital será entonces indispensable. Los analistas cuentan con que el banco recurra a ella para financiarse en el mercado. Todos los analistas consultados han destacado que el banco tendrá que poner papel en el mercado para financiar la operación. y es previsible que el socio Royal Bank of Scotland, primer accionista del Santander con el 5% del capital, acudirá a la ampliación, como ha hecho otras veces. No se descarta tampoco que pueda combinar la ampliación con una emisión de deuda y que también utilice parte de sus reservas para afrontarlo. Aunque en este último caso, la ratio de solvencia se vería perjudicada y el banco debería recurrir a emisiones de deuda o ventas de participaciones para poder recuperar el terreno perdido.3 El cruce accionarial con el banco británico pone en cuestión la alianza del Santander con Royal Bank of Scotland, socio estratégico que tradicionalmente le ha dado respaldo financiero cuando le ha hecho falta. Le ayudó en la compra del brasileño Banespa y el Santander a Royal cuando adquirió NatWest. Queda por ver si al escocés le compensa seguir como aliado y en qué condiciones.4 El temor de los sindicatos es que haya recortes en la entidad británica. Pero tampoco descartan que el banco decida reubicar alguna división en Londres y se reduzca plantilla en servicios centrales. Si bien, tanto CC OO como UGT no ven duplicidades en España.

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