¿Quién verifica las acciones sociales?

La reponsabilidad social está en boca de cualquier directivo que tome la molestia de estar al día en las tendencias de gestión. Pero más allá de las buenas palabras hay toda una nueva cultura empresarial que empieza a calar en España. 'Queda mucho camino por hacer, pero si miramos hacia atrás ya ha habido cambios importantes', dice José Díaz de Ernst&Young. 'El paso siguiente no es sencillo: establecer unos criterios homogéneos que permitan valorar y comparar iniciativas, que incorporan una indudable subjetividad. Debe haber una exigencia sobre la veracidad de la información que se proporcione al mercado'.

Este punto es el que mayor debate está generando. Las compañías que están avanzando en el terreno de la responsabilidad por ahora se han preocupado de 'identificar sus objetivos para responder a las demandas de sus grupos de interés, ver qué acciones pueden llevar a cabo y después comunicarlas', explica Garrilleti de PwC, que ha visto cómo muchas buscan ayuda externa para estas labores. La polémica nace a la hora de saber quién y cómo se puede dar fé de que es cierto lo que se dice que se está haciendo.

Las auditoras han visto cómo en este de terreno de la responsabilidad (donde prefieren hablar de verificación más que de auditoría por su caracter legal y obligatotrio) se han metido organizaciones no profesionales en estos temas como ONGs. 'No se trata de poner límites, sino de ofrecer el máximo de garantías al mercado. La empresa que certifique esas prácticas tiene que tener capacidad de responder en caso de que la información no sea fidedigna', opina Garilleti. 'Y además, tendrá que hacerlo siguiendo unos estándares'.