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Energía

El referéndum del gas en Bolivia despejará el futuro de Repsol en el país andino

Los bolivianos acudirán el domingo a las urnas para refrendar o no la política energética propuesta por el Gobierno de Carlos Mesa. Reformas legales, fiscales y la posible salida al Pacífico del gas boliviano están en juego y con ellas el futuro de Repsol, que tiene más del 30% de las reservas de hidrocarburos del país.

Los sondeos oficiales indican que los bolivianos van a votar sí en el referéndum que se celebra el domingo, con lo que se cumplirán los deseos de las compañías petroleras y será un espaldarazo al presidente, Carlos Mesa. A su llegada al Gobierno, tras el conflicto social desencadenado con el proyecto de su antecesor, Sánchez de Lozada, de vender el gas boliviano a México y EE UU vía Chile, en el que murieron 80 personas, Mesa prometió consultar a los ciudadanos sobre las exportaciones de gas. El referéndum va más allá al interrogar sobre la política energética del país.

Para Repsol, que cuenta con más del 30% de las reservas de hidrocarburos del país andino y más de la mitad de la producción a través de la Empresa Petrolera Andina (en la que tiene un 50%) y de su filial Maxus, el referéndum despejará el futuro de su negocio en Bolivia. Especialmente, el del consorcio Pacific LNG en el que participa con British Gas (con un 37,5%, respectivamente) y Pan American Energy (25%), que explota un importante campo de gas (el de Margarita) en Bolivia y que había recibido la autorización del anterior Gobierno para vender el gas a México y California. Por el momento, aunque las reservas de este campo están probadas, Repsol no puede anotarlas en libros pues necesita previamente firmar un contrato y éste depende, a su vez, del propio referéndum.

La consulta incluye cinco preguntas que, según los expertos, son un callejón sin salida para los ciudadanos. La cuestión que más tranquiliza a las petroleras es que el Gobierno descarta cualquier nacionalización, aunque sí está dispuesto a 'refundar' la antigua empresa pública YPFB, que se asociaría a las petroleras privadas.

Ley de Hidrocarburos

Una pregunta clave del referéndum es la que plantea modificar la ley de hidrocarburos de 1996, que abrió el mercado a las multinacionales y que, según los críticos, establece una fiscalidad laxa para las compañías. El impuesto complementario de hidrocarburos obliga a las empresas a pagar al Estado el 18% de los ingresos, cuando en los países vecinos es superior al 30%. Distintas organizaciones han solicitado que se amplíe al 50%.

Las empresas, por su parte, aseguran que si esto es así, el Gobierno debe bajar otros impuestos, ya que la tributación total es de casi el 60%, lo que supone 'un régimen medio alto', según fuentes del sector. Con todo, señala, 'tras el referéndum, si sale el sí, desaparecerán las presiones y el Parlamento podrá elaborar la nueva ley'. En Repsol afirman que Bolivia tiene una clara política energética y que el aumento de las exportaciones de gas a Argentina y Brasil compensan, de momento, el proyecto de dar salida al gas vía Pacífico, por las rencillas históricas con Chile.

Intermon presiona a las petroleras

Repsol y las petroleras que actúan en Bolivia están en el punto de mira de organizaciones no gubernamentales, que reclaman que las importantes reservas de gas del país (las mayores de Latinoamérica) beneficien a una población que en un 63% está por debajo del umbral de la pobreza. Según un informe de Intermon Oxfam, el Estado boliviano ha dejado de percibir dos dólares por cada uno de los que percibe por cánones de explotación de hidrocarburos desde que cambio su política fiscal en 1996: 3.152 millones de dólares en el periodo de 1996-2006, según datos oficiales que cita esta ONG.En vísperas del referéndum del domingo, Intermon reclama un papel más activo de Repsol YPF en el desarrollo de Bolivia. Según aquélla, de los 1.300 millones de dólares que gana la industria petrolera en Bolivia, sólo 123 millones pasan a las arcas del Estado y recuerda que la capitalización de Repsol es dos veces el PIB de Bolivia, país que cuenta con el 22% de las reservas probadas de la petrolera española en todo el mundo. Además, Intermon ha pedido que Repsol presente las cuentas consolidadas, ya que la actual agrupación de los resultados de la filial boliviana en el epígrafe de 'otros países' en su informe financiero no deja ver 'qué es lo que gana Repsol en el país y qué es lo que deja en él', explica Isabel Tamarit, de Intermon.

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