El Gobierno admite que el sector exterior restará un punto al PIB
El sector exterior drenará este año un punto de PIB al crecimiento de la economía española, más del doble de lo previsto inicialmente, según admite el Gobierno.
El sector exterior tendrá este año una 'aportación negativa cercana a un punto de PIB', muy por encima de las dos décimas negativas con las que cerró 2003 y de las estimaciones incorporadas en los Presupuestos Generales del Estado para este año (-0,4 puntos). Son las últimas previsiones del Gobierno, en palabras del secretario general de Comercio Exterior, Alfredo Bonet.
El empeoramiento de las expectativas pasa por un comportamiento expansivo de las importaciones muy superior al de las exportaciones, comportamiento que se prolongará en los próximos meses. 'Creemos que las ventas al exterior crecerán este año a una media de entre el 4% y el 5%, y las importaciones, en torno al 7,5%', dijo ayer Bonet en la presentación de la Memoria Anual (libro verde) del Sector Exterior (2003-2004), en la sede del Ministerio de Industria.
La evolución del sector exterior supone un jarro de agua fría a las perspectivas iniciales de crecimiento del PIB, a tan sólo tres semanas para que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, haga público el cuadro macroeconómico para 2005. Para este año, el anterior Ejecutivo del PP había previsto un aumento del PIB del 3%, objetivo que ha hecho suyo el propio Solbes pero que ha vinculado al comportamiento del sector exterior y la recuperación de la industria. Con un sector exterior que drena más recursos de lo esperado, la esperanza se traslada ahora al comportamiento de la demanda interna (consumo e inversión).
El stock de inversión directa es superior en 24.000 millones a la recibida
A pesar de que el sector exterior sigue acusando la fortaleza de las importaciones, Bonet se mostró optimista por la evolución futura. De hecho, las exportaciones se han ido recuperando en los últimos meses y la cuota de mercado frente a la UE no ha descendido, manteniéndose torno al 3,6%.
Respecto a las inversiones, Bonet dibujo un panorama en el que España 'seguirá siendo receptor neto de fondos', al igual que ocurrió en 2003. De hecho, a finales del pasado año, el stock de inversión directa recibida era superior al de la emitida en más de 24.000 millones de euros. Lejos quedan los ejercicios de grandes inversiones nes españolas en América Latina, al calor de las liberalizaciones al otro lado del Océano Atlántico.
Un alto grado de apertura de la economía
La economía española se encuentra entre las más abiertas del mundo al exterior. El grado de apertura en bienes y servicios (suma de importaciones y exportaciones en términos de PIB) se situó en el 57,7% en 2003, según avanzó ayer Bonet. Este porcentaje sitúa a España por encima de socios comunitarios como Francia, Italia o Reino Unido. 'La mayor apertura nos vincula más a los ciclos internacionales y nos hace menos vulnerables a las crisis internas', dijo.No obstante, desde el área de Comercio, se decarta que el grado de apertura vaya a aumentar mucho más en los próximos años, 'ya que se encuentra en un nivel aceptable, dado el tamaño de la economía española'.