La remuneración de los consejeros independientes se dispara en EE UU
Los sueldos de los consejeros independientes han subido como la espuma en Estados Unidos. El motivo son las nuevas reformas de transparencia que obligan a mantener juntas de administración de manera más regular y que duran más tiempo.
Un estudio que ha analizado las sueldos y compensaciones de 2004 en las 200 empresas más importantes de EE UU muestra que la remuneración media de los consejeros que no forman parte de la plantilla de las empresas ha aumentado un 13,4%, hasta los 177.000 dólares.
Este incremento en las remuneraciones de los consejeros independientes llega tras tres años de estabilidad en los pagos y otras compensaciones. Pero la creciente presión sobre estos ejecutivos, que deben actuar como guardianes contra cualquier escándalo de auditoría o que tenga que ver con los sueldos excesivos, está acarreando un nuevo espíritu de profesionalismo que va a acompañado de una mayor carga de trabajo, según un informe que publicó el Financial Times la semana pasada.
Edward Archer, director general de Pearl Meyer & Partners, cree que esta subida de sueldos responde realmente a que los consejeros están jugándose su reputación y su imagen. Archer, especializado en el análisis de las remuneraciones de altos ejecutivos, señala que los consejeros independientes están preocupados sobre el riesgo y las responsabilidades legales que conllevan el que su firma esté en el acta de cada junta.
Para algunas compañías, el pago a través de acciones forman el grueso de las remuneraciones de los consejeros independientes. En Goldman Sachs, por ejemplo, el trabajo extra ha supuesto una oferta de acciones por valor de 280.000 dólares al año más un plus que está por encima de los 100.000 dólares.
Otros combinan las acciones con seguros médicos como en General Electrics, cuyos consejeros reciben 250.000 dólares y 25,2 millones en gastos de seguros.
Más horas
Los consejeros cobran más, pero meten más horas. Pearl Meyer calcula que en 2001 los consejeros independientes trabajaban unas 150 horas al año, incluidas 60 horas de reuniones. Y ahora trabajan entre 200 y 250 horas con 80 o 90 de reuniones.