Las empresas podrán evaluarse en derechos humanos
Las empresas dispondrán, a partir de agosto, de una herramienta de autoevaluación que les permitirá conocer su grado de cumplimiento en derechos humanos. Este método ha sido desarrollado por el Instituto Danés de Derechos Humanos con financiación de la UE y la colaboración de diversos países.
Uno de los inconvenientes que se encuentran las empresas a la hora de adentrarse en la responsabilidad social corporativa (RSC) es poder medir su grado de cumplimiento en los diferentes ámbitos que componen esta materia. En este sentido, el Instituto Danés de Derechos Humanos ha desarrollado, con financiación de la UE, una herramienta de autoevaluación para que las empresas puedan conocer el nivel que tienen en relación con los derechos humanos. Este método estará disponible en Internet a partir de agosto y contará con una versión ampliada y más completa en octubre, según se puso de manifiesto en el curso de verano æpermil;tica y responsabilidad social: negocio y derechos humanos, organizado por la UNED y celebrado en la Universidad Católica de Ávila.
El lanzamiento de esta metodología de autoevaluación, cuya versión completa incluye una batería de 1.000 preguntas, se produce justo un año después de la aprobación de las Normas de la ONU sobre Derechos Humanos. Esta es la primera iniciativa europea que pone al servicio de las empresas un mecanismo que las permita detectar y corregir los fallos en relación a los derechos.
El curso, dirigido por Marta de la Cuesta y patrocinado por el BBVA, ha analizado cómo las empresas pueden gestionar los impactos que sus decisiones tienen sobre los derechos humanos, así como las implicaciones que los acuerdos internacionales en este campo pueden general en el mundo de los negocios.
Carlos Cordero, auditor y responsable del área de negocios de Amnistía Internacional, comentó que las empresas que tienen un comportamiento ético y respetan los códigos internacionales tienen más perspectivas de futuro. Cordero ha sido uno de los colaboradores españoles que han participado en el proyecto de la citada herramienta de autoevaluación.
María Prandi, también colaboradora en la metodología que ha desarrollado el Instituto Danés de Derechos Humanos, explicó que el primer paso que deben dar las empresas para incorporar los derechos humanos a su estrategia corporativa es la identificación de las áreas de impacto y sus riesgos potenciales en este campo; los siguientes pasos son identificar lo que se hace bien y lo que se puede cambiar.
Gregorio Díaz Dionis, director de Equipo Nizkor, comentó que la mayoría de las empresas e inversores españoles muestran un gran desprecio por la valoración de los riesgos asociados a las violaciones de los derechos humanos, advirtiendo que este es un pasivo que, tarde o temprano, irá apareciendo en las cuentas de resultados.
El diputado socialista Ramón Jáuregui dijo que el Gobierno quiere impulsar la RSC entre las empresas
Códigos éticos de aplicación universal
La adopción de códigos voluntarios se está demostrando insuficiente para garantizar un correcto cumplimiento de los derechos humanos que abarcan aspectos como la libertad de la persona, el acceso a la educación o a la salud, el respeto a los pueblos indígenas, la protección del menor o los derechos laborales.En este sentido, uno de los caballos de batalla de las ONG es evitar el empleo de mano de obra infantil y, en aquellos países en que sea inevitable, la empresa deberá garantizar que sean tareas livianas y que estén acompañadas de educación y formación adecuadas.