Cuentas más limpias
Donde sí se han dejado notar los llamamientos de los reguladores es en las cuentas anuales de las empresas españolas correspondientes a 2003, que reflejan el menor número de salvedades de la historia. Los tiempos en que las empresas presumían de tener salvedades positivas han quedado atrás y se impone el mensaje de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), según la cual la única salvedad positiva es la que no existe. Incumplir las normas generalmente aceptadas, incluso cuando se peca de exceso de prudencia, distorsiona la comparación y atenta contra la transparencia contable. Por eso hay que saludar que el porcentaje de salvedades en los informes de auditoría registrados en la CNMV haya caído hasta un mínimo histórico. No es un éxito sólo de Blas Calzada, lo es también de las empresas con las cuentas limpias y del mercado en su conjunto.