Las rutas del dinero negro
A diario, una cantidad imposible de calcular se mueve por el mundo al margen del control de las autoridades. No se trata sólo de ocultar ganancias por motivos fiscales, sino por tener su origen y destino en actividades delictivas. Terrorismo, tráfico de armas y de drogas son los principales focos de atención. Lejos de permanecer al margen de los circuitos financieros habituales del dinero limpio, el dinero negro los utiliza para ponerlos a su servicio. El objetivo es dotarse de la apariencia más legal posible. Así, el informe anual del Grupo de Acción Financiera (GAFI) publicado hace unos días, señala a las aseguradoras como 'sector que se puede explotar con relativa facilidad' para las prácticas de lavado de dinero.
La causa de que este área resulte especialmente vulnerable está en los bajos niveles de regulación a los que está sometida la actividad aseguradora. No obstante, el GAFI considera que 'la proporción de dinero correspondiente al blanqueo de capitales existente en esta industria es todavía pequeña en comparación con el volumen total que mueve'.
Un caso real del que ha tenido constancia el GAFI es una maniobra de blanqueo a través de la manipulación de seguros de coches. Una organización criminal robaba coches de lujo en un país A (el GAFI no especifica los países en los casos concretos que describe) para, a continuación, llevarlos a un país B donde les ponían matrículas falsas. Una vez contratado un seguro para estos vehículos en el país A, sustituían las berlinas por coches destartalados que accidentaban deliberadamente en el país B. Los delincuentes se aprovechaban así de la legislación del Estado donde provocaban los siniestros, que establecía que las aseguradoras realizaran los pagos con celeridad. Las pérdidas para las compañías de seguros superaron los dos millones de euros. El dinero se invertía por la banda en el país B, donde los criminales establecían compañías constructoras y adquirían maquinaria.
En línea con los trabajos realizados el año pasado, el último informe del GAFI señala a las organizaciones sin ánimo de lucro como una de las fuentes de financiación del terrorismo. æpermil;ste hecho se convirtió en una de las principales preocupaciones de la institución a raíz de los atentados en Washington y Nueva York, en septiembre de 2001. El organismo considera que aunque la mayor parte de los gobiernos controlan estas instituciones no lucrativas, son necesarias medidas adicionales de control para prevenir su uso inadecuado.
Otro de los ejemplos que ofrece el GAFI describe el caso de una organización sin ánimo de lucro que, a pesar de declarar que se dedicaba a proyectos de índole humanitaria alrededor del mundo, le fue incautada documentación que la vinculaba a actividades terroristas. Las autoridades del país donde radicaba la organización remitieron la información a Naciones Unidas a fin de que se catalogase dicha entidad por su apoyo al terrorismo, en concordancia con las resoluciones emitidas por el Consejo de Seguridad. El director ejecutivo de la organización fue condenado por fraude y crimen organizado por desviar más de 250.000 euros de las donaciones recibidas hacia organizaciones terroristas.
El terrorismo puede recurrir también a complejas tramas de movimientos bancarios para financiarse. Según el GAFI, las transferencias, realizadas bien por internet o mediante giros postales, son 'un método rápido y eficiente para mover fondos'. La complejidad de las operaciones impide su rastreo hasta el destino final del dinero. El informe denuncia que 'el número de indicadores que permiten identificar transferencias terroristas es limitado'.
El GAFI plantea como ejemplo una organización terrorista de un país desde el que transfería capital a otro. El dinero desplazado se empleaba para alquilar viviendas, comprar coches y adquirir componentes para bombas. El grupo recurría a cuentas puente de su país para llevar a cabo las operaciones. Los titulares de dichas cuentas no formaban parte de la estructura de la organización, pero eran familiares de alguno de sus miembros. En un principio, los ingresos en las cuentas de origen se realizaban en efectivo, pero al pasar a la cuenta puente, el intermediario lo depositaba en fondos de inversión. Así quedaba oculto y disponible para cubrir las futuras necesidades del grupo terrorista.
Con el fin de reducir la vulnerabilidad del sistema financiero ante el blanqueo de dinero, el GAFI elaboró en 2000 una lista con los países que no colaboran en la erradicación de este delito. Compuesta inicialmente por 15 Estados, en la actualidad sólo recoge seis: Nigeria, Filipinas, Indonesia, Myanmar, Nauru e Islas Cook. Este año, Guatemala, Egipto y Ucrania han podido abandonar la lista tras efectuar incorporar a su legislación interna normas contra el blanqueo de dinero según las directrices del GAFI. No obstante, el organismo sigue vigilante hasta que realicen mayores avances.
La necesidad de seguir trabajando en la lucha contra el blanqueo de capital y la financiación del terrorismo ha quedado patente con la decisión adoptada en julio de renovar el mandato al GAFI. De esta forma, prolonga su trabajo por ocho años más. Esta es la tercera y más larga renovación desde su creación en 1989. Con el fin de asegurar una acción global efectiva existe el compromiso de llevar a cabo una cooperación más estrecha con el FMI y el Banco Mundial. Tras la presidencia sueca que ahora termina, es el turno de Francia.
Blanquear capitales cuesta el 20%
¿Sospechosos o colaboradores? Abogados, notarios, intermediarios inmobiliarios y marchantes de arte pueden ser sujetos sospechosos de cometer o colaborar con el lavado de dinero negro, según la actual ley de prevención de blanqueo de capitales. A todos ellos obliga la norma a comprobar razonablemente a las personas o empresas con las que trabajen. Cuando levanten sospechas se les obliga a informar y a colaborar con los Servicios de Prevención contra el Blanqueo. Codo con codo tendrán que trabajar con la Guardia Civil y la Policía Nacional, que se verán obligados a unificar los procesos administrativos y judiciales.Se estima que el lavado de capitales cuesta el 20% de los importes ocultos, según expertos en prevención contra el blanqueo.Dónde se coloca el dinero. En inversiones inmobiliarias que se declaran por debajo de su valor real, comprando en efectivo (vehículos, viajes, joyas, antigüedades y arte), falsificando facturas, asignando gastos deducibles particulares a la empresa, comprando lotería o invirtiendo en el casino. Las empresas que con más frecuencia se utilizan para blanquear son las agencias de viajes, las sociedades de importación y exportación de materias primas, empresas de material informático, funerarias y sociedades agropecuarias.Signos de alarma. Detrás de determinadas operaciones puede esconderse una estructura de fraude. El caso de actividades comerciales donde se descubren facturas por encima o por debajo del valor real y prácticas no usuales en el negocio de importación y exportación. Así como los movimientos de efectivo donde se manejan grandes importes; incremento espontáneo de depósitos en efectivo; elevados ingresos nocturnos; aparición de numerosos billetes falsos y cambio de efectivo por documento de pago.En el pasivo, un síntoma es el de los grandes movimientos entre depósitos, traspasos entre cuentas inactivas. Así como no exigir rentabilidades a los grandes saldos, fraccionar los importes y abonar cargos con origen o destino al extranjero.Estar alerta. Los clientes que evitan relacionarse con los empleados, que son remisos a identificarse y que consultan si es preciso acreditarse para realizar una operación hacen saltar las alarmas. También los inversores que compran y venden con frecuencia títulos con pérdidas, realizan frecuentes cambios de moneda, cambian billetes pequeños por grandes, hacen transferencias al extranjero cobradas y pagadas en efectivo y relación con países vendedores de droga o que facilitan el blanqueo de dinero.Medidas preventivas. Las entidades cada vez exigen más identificación a sus clientes. Fuentes de Caixa Nova resumen sus normas de conducta, la primera y más importante es no abrir cuentas sin registrar la identidad de todos sus titulares. Exigir fotocopias de los documentos identificativos, registrar todos los clientes que realicen operaciones significativas, verificar la documentación, consultar dudas con los superiores y mantener la documentación durante seis años. En resumen: 'No cegarse ante un buen cliente si su dinero no es lícito'.En la operativa, las entidades recomiendan a su personal no participar en operaciones sospechosas, no realizar sin identificación venta de cheques, transferencia a otras entidades y cambios de billetes pequeños a grandes, así como verificar la capacidad jurídica y ante la duda no alquilar una caja fuerte.Los despachos y departamentos jurídicos resaltan las dificultades de identificar al verdadero titular de las operaciones, la falsificación de documentos y el desconocimiento de las legislaciones extranjeras.Controles en efectivo. Diariamente las entidades financieras controlan ingresos o reintegros mayores de 15.025 euros, cambios de moneda extranjera por importes superiores a 3.005,06 euros, cheques interiores mayores de 30.050,60 euros y cuentas de conexión mayores de 6.010,12 euros. En los bancos y cajas saltan alarmas cuando las cuentas de algunos clientes acumulan entre 6.010,12 euros y 30.050,60 euros, cuentas inactivas doce meses con ingresos por importe de 18.030,60 euros. También se fijan en clientes con cuatro o más cuentas cuyos ingresos mensuales sumen más de 18.030,36 euros.Bancos y cajas, apis, abogados y marchantes deben identificar a la clientela
diez formas de lavar
1 Abrir una cuenta: es el primer paso para llevar de viaje el dinero. Puede hacerse por internet y el gran escollo es elegir el país extranjero más adecuado: seguridad y confidencialidad deben estar garantizados. Esta cuenta será la base para crear una estructura fuera del país (offshore), pero serán otras cuentas las que se utilicen.2 Crear una sociedad: tener una sociedad offshore, fuera del país, es esencial. Su forma dependerá de las necesidades del particular. Las estructuras fiduciarias (inexistentes en España), trust, fundaciones y simples sociedades limitadas son comunes. Se suelen combinar entre ellas y vincularse a una estructura holding (sociedad tenedora de otras sociedades).Se acude a países que permitan acciones al portador (el beneficiario último queda oculto) y con bajo coste de constitución (de 1.000 a 4.000 euros). Se pueden constituir por internet. La empresa es titular de cuentas y también a su nombre se piden tarjetas. Con ellas se puede disponer de efectivo en cajeros de países limpios. Comprar con ellas deja rastro.3 Banco propio: constituir un banco es relativamente sencillo en lugares como Samoa o Antigua y Barbuda. Se exigen ciertas referencias de solvencia y formación, así como depósitos de unos 900.000 euros, pero también inferiores. Otra alternativa es constituir una sociedad en Nevada (EE UU) donde la denominación social puede llevar la palabra banco sin serlo.4 La boda: es la forma en la que en el argot financiero se conoce a una sencilla operación que permite tanto sacar como repatriar dinero. Lisa y llanamente consiste en casar una cuenta de un titular con un capital que quiere salir con la cuenta de otro titular con capital que quiere entrar. Requiere la colaboración de entidades financieras y que las cuentas sean numeradas. También se conoce como 'neteado' de saldos.5 'Smurfin': se realizan numerosos depósitos de pequeñas cantidades, con importes por debajo de la obligación de informar a las autoridades (entre 3.000 y 30.000 euros, según la forma) en varias cuentas. Desde ellas se realizan transferencias a una cuenta en el extranjero. La traducción de smurfin sería pitufear. A veces se utiliza a varias personas (pitufos) para que hagan los depósitos.6 Trabajos en el extranjero: los expatriados y los profesionales que presten servicios en el extranjero están en situación ventajosa para acumular dinero al margen de Hacienda. Basta con realizar una tarea de asesoramiento para una empresa residente, por ejemplo, en las Islas Cook e ingresar el cobro en una cuenta abierta en ese u otro país similar. Aunque se descubriera por azar la cuenta, no existe intercambio de información entre autoridades. Bajo la apariencia de pagos por prestación de servicios se engloban todo tipo de transferencias de dinero negro.7 Autopréstamo: es el conocido en inglés back to back loan. Se utiliza para repatriar el dinero oculto. Consiste en pedir un préstamo en un banco de un país con secreto bancario, pero buena reputación. Como garantía del préstamo se utiliza el dinero depositado en la cuenta del paraíso fiscal del que se quiere salir. El dinero regresa así a casa en forma de ese préstamo otorgado por un banco reputado. Este sistema es uno de los más conocidos también por parte de las autoridades. Ese préstamo se puede combinar con la compra de inmuebles.8 Ladrillo, lotería y casino: son las formas más burdas y más practicadas de lavado de dinero. La compra de inmuebles con un autopréstamo, dinero en efectivo y transferencias entre cuentas offshore se realiza a diario. Como valor fiscal sólo se declara el del préstamo. Para evitar el embargo, la casa puede alquilarse a una sociedad offshore. La compra de premios de lotería justifica la posesión de cientos de miles de euros aunque por ello haya que pagar al agraciado más dinero que el importe del premio. Los casinos por internet se están utilizando como alternativa a las entidades financieras para transferir fondos a distintas jurisdicciones.9 Cajas de seguridad, apartados de correos y varios pasaportes: al más puro estilo de un espía en la guerra fría, el perfecto evasor cuenta con cajas de seguridad para guardar, por ejemplo, los títulos al portador de su sociedad; apartados de correos y varias direcciones de internet para enviar y recibir correspondencia. Pedir un segundo pasaporte alegando que el primero está perdido sirve para que en uno se estampen los sellos de entrada en diversas jurisdicciones que no se quieren mostrar. Si no se viaja no es necesario.10 Inversiones: participaciones preferentes, seguros de prima única, bonos austriacos o cesiones de crédito son algunos de los instrumentos asociados a la ocultación de rentas a Hacienda. No son vías para lavar dinero, pero sí para invertirlo. Las entidades cada vez vigilan más el origen de los fondos que reciben, por lo que el dinero procedente de delitos tiene la apariencia de un ingreso por prestación de servicios.