La justicia de EE UU acusa al presidente de Enron de 11 delitos
El ex presidente de Enron, Ken Lay reafirmó ayer su inocencia. Esposado y acompañado de su abogado y el pastor de su iglesia, Lay, de 62 años, fue informado ante el juez de que se le acusa de 11 delitos: varios tipos de fraude, conspiración para cometerlo y engaño a inversores y trabajadores durante su labor como gestor de Enron.
Las acusaciones llegan casi dos años y medio después de que Enron protagonizara una monumental quiebra y abriera la mayor crisis de confianza en las empresas que se ha vivido en EE UU.
A los cargos del departamento de justicia se suma la demanda de la SEC, que intenta recuperar 90 millones de dólares que el ex presidente de la compañía energética ganó presuntamente de forma ilegal. Una portavoz de la SEC afirmaba ayer además que se persigue que Lay nunca vuelva a ocupar ningún cargo en ninguna empresa aunque si se le declara culpable de todas las acusaciones hechas ayer no tendrá oportunidad para ello, porque potencialmente se enfrenta a 175 años de cárcel y multas de decenas de millones de dólares.
Con la largamente esperada imputación de Lay, el departamento de Justicia ha cerrado la mayor parte del trabajo previo a los juicios que ahora se tengan que desarrollar con respecto a la cúpula de Enron. Los cargos contra el ex presidente son formalmente una ampliación de la acción judicial abierta contra el ex consejero delegado, Jeff Skilling, y el ex jefe de contabilidad, Richard Causey que suman más de 35 acusaciones cada uno.
En las 65 páginas en las que se contienen las acusaciones se da cuenta de algunas de las acciones que fundamentan un caso que tanto su abogado, Michael Ramssey, como el propio Lay, aseguran que no son ciertas aduciendo que el presidente de Enron fue engañado o inducido a engaño por parte de su equipo, fundamentalmente por Andrew Fastow, el director financiero. A Fastow se le considera el arquitecto del fraude pero él ya ha pactado pagar una millonaria multa e ir a la cárcel durante 10 años, además de colaborar con la justicia para llevar a Lay y a Skilling al banquillo.
Lay fue amigo de George Bush y gran donante de sus campañas.