Los hoteleros andaluces se alían para invertir en el Caribe y África

La Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) tiene previsto apadrinar en este mes de julio la constitución de una agrupación de interés entre los principales hoteleros de la región. El objetivo prioritario es diversificar la inversión hacia nuevos proyectos en el Caribe y el norte de África para superar una previsible caída de la actividad turística a medio plazo. Creen necesario ralentizar la creación de alojamientos en la región

Si no actuamos desde ya podemos entrar en 2005 en una crisis como la del año 1993 en Andalucía', asegura José Manuel Ledesma, presidente de la Federación Andaluza de Hoteleros y vicepresidente de la CEA.

El holding, sobre el que Ledesma aportó pocos detalles, estaría respaldado según sus explicaciones por el Gobierno regional (la promoción e internacionalización de las empresas turísticas es una línea estratégica de la Consejería de Turismo), y las cajas de ahorro andaluzas Unicaja y Cajasur (que no han confirmado su implicación). Ledesma no detalló qué empresarios estarían detrás de esta iniciativa, pero algunos de los principales grupos hoteleros andaluces son Hoteles Playa, Hoteles Fuerte o el Grupo Summa.

Como segunda receta para evitar la recesión, Ledesma apuesta por que en Andalucía se modere el crecimiento de la oferta. 'No podemos seguir abriendo un 15% más de plazas hoteleras cada año si la ocupación está creciendo a un ritmo del 8% anual'. La apuesta de los hoteleros pasa entonces por ganar en calidad y en valor añadido. Algo parecido a lo que llevan haciendo desde hace más de una década en Cataluña y Baleares, donde una moratoria en la construcción de hoteles ha permitido mejorar los existentes y concentrarse en nuevos mercados.

Ledesma cree que este modelo será fácil de aplicar en Huelva, Almería o ciertas zonas de Cádiz cara a sus nuevos desarrollos turísticos, pero será más difícil de aplicar a zonas muy consolidadas como la Costa del Sol malagueña y puntos de la costa granadina. 'Ahora no se puede hablar de crisis, sí de disminución del gasto por turista: creo que debemos quedarnos con menos de 20 millones de turistas al año, pero que esos turistas tengan mayor poder adquisitivo y vengan a Andalucía buscando calidad'.

El diagnóstico de la situación que hacen los hoteleros se basa en tres conclusiones: aumenta el número de turistas que llegan a la comunidad (21,4 millones en 2003, medio millón más que en 2002), pero estos visitantes gastan menos y las pernoctaciones disminuyen. Según datos del Sistema de Análisis y Estadísticas del Turismo en Andalucía, el movimiento hotelero retrocederá levemente este verano (alrededor de un punto menos que en 2003). Sólo en Málaga (que representa el 40% del turismo andaluz) las pernoctaciones han caído un 4,6% en lo que va de año. Un descenso que se ve compensado por los crecimientos del 7% en Huelva y Almería.

Segundas residencias

Según este estudio, el 91% de las plazas turísticas de la Costa del Sol son no regladas, bien de segunda residencia (83%), bien desocupadas (8%). El 9% restante corresponde a las plazas turísticas en alojamientos hoteleros, que acogen sin embargo a casi la mitad de todos los turistas de esta zona.

El estudio señala algunos riesgos del aumento de este turismo de segundas residencias. Por ejemplo, que las plazas para los turistas residenciales registran una ocupación inestable a lo largo del año (13% en octubre y 67% en agosto). Además, este tipo de visitante gasta la mitad (43 euros) que el turista ocasional (96 euros).

Los expertos creen que las segundas residencias restan rentabilidad al sector

Riesgo de sobreoferta en el interior

La situación de saturación que se está produciendo en parte de la costa andaluza alcanza también al turismo de interior, que representa el 14% de la actividad turística de la región. Zonas del Parque Natural de Cazorla (Jaén), la sierra de Grazalema (Cádiz) o las Alpujarras (Granada) han asistido a un importante aumento de la oferta que podría romper el equilibrio. Las plazas disponibles han aumentado en un año un 17% hasta llegar a las 3.840, según datos del INE.