Una feria torista y torerista

Una corrida de rejones, imprescindible desde la irrupción en el toreo del jinete navarro Pablo Hermoso de Mendoza, abre hoy la feria de San Fermín de Pamplona. Serán diez días de toros (incluida la novillada del pasado lunes) y de fiesta; diez días de encierros y de una gran pasión, festiva en los abarrotados tendidos, y taurina en el ruedo, el gran escenario de los miedos y los triunfos.

Los sanfermines tienen una denominación que asusta un poco a los toreros: la Feria del Toro. Porque toros, serios y de gran presencia, nunca faltan en el abono navarro. Este año, San Fermín programa a partes iguales corridas de marcado acento torista y torerista. Entre las primeras, se lidiarán los encierros de Miura, Cebada Gago, Dolores Aguirre y Torrestrella, una vacada que esta temporada está mostrando mucha dureza; en el otro platillo de la balanza, al ruedo pamplonica saltarán los toros de Jandilla, Marqués de Domecq y Juan Pedro Domecq.

Tras la obligada ausencia de Enrique Ponce, lesionado, el protagonismo del abono recae en El Juli, inmerso es un personal cambio estético que, por el momento, le está dando irregulares resultados. Otros diestros que deben hacerse notar en Pamplona son César Jiménez y Matías Tejela, anunciados dos tardes. El abono se completa con diestros no figuras incluidos en el primer tramo, el más duro, de la feria. Entre otros, estarán Antonio Barrera, Pepín Liria, Juan José Padilla, Dávila Miura y Luis Vilches.