El Tribunal de Cuentas ve irregularidades en operaciones inmobiliarias de la SEPI
El Tribunal de Cuentas ha detectado transacciones inmobiliarias llevadas a cabo entre las empresas de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que no se ajustan a los valores reales del mercado, por lo que recomienda a este organismo que dichas operaciones se ajusten a los precios vigentes.
Así consta en el informe de fiscalización de las principales operaciones de traspaso de activos inmobiliarios entre sociedades estatales de la SEPI producidas entre el 1 de enero de 1998 y el 31 diciembre de 2001. Entre sus conclusiones, el Tribunal de Cuentas se refiere a las adquisiciones realizadas por Infoinvest, constituida en julio de 1989 y que, durante el periodo fiscalizado, contaba con la SEPI como único accionista, y que tenía como objeto social la realización de actividades inmobiliarias.
El órgano fiscalizador ha estudiado las adquisiciones realizadas por Infoinvest y asegura que 'con frecuencia' estas actuaciones se han debido 'más a razones de mejora de patrimonio de la entidad pública vendedora que a la consecución de un beneficio por Infoinvest'.
El Tribunal de Cuentas apunta que las operaciones que han producido ganancias han sido, en general, de 'reducida cuantía', o bien han dado lugar al incremento de inmovilizado de la sociedad que ha procedido a la explotación de los inmuebles.
En concreto, el informe señala que en el periodo sometido a análisis se han realizado entre las sociedades pertenecientes al grupo SEPI operaciones que han supuesto el traspaso de activos inmobiliarios por un valor total de 63,1 millones de euros.
Entre otras de sus recomendaciones, el Tribunal de Cuentas apunta la conveniencia de que Infoinvest dote las provisiones con arreglo al valor real que corresponde a los inmuebles en función de las circunstancias que concurren en cada uno de ellos, algo que ha empezado a hacer en 2000.
Sobre este asunto, el Tribunal de Cuentas ha detectado que durante los ejercicios 1998 y 1999 Infoinvest seguía el criterio de dotar sus existencias con un importe global de provisión lo más elevado posible, ya que entendía que la peculiaridad de los activos adquiridos dificultaba su salida en el mercado.