El verano en la maleta
Cuando llega la hora de preparar el viaje, la eterna duda ante el armario '¿y yo qué me pongo?' se convierte en un '¿y yo qué meto en la maleta?'. Una regla de oro anterior a cualquier decisión es no compartir jamás el baúl de los tesoros. Nada importa la confianza con la persona con que la que se viaja, nada importa el argumento 'con una maleta nos movemos mejor'. Compartir significa regalar espacio al otro y dejar en el armario esa prenda que luego se va a necesitar para la noche más especial del verano.
La segunda clave para acertar es conocer el plan de vacaciones. No es lo mismo ir a perderse por las iglesias de Italia que pasarse el día tumbado en la playa o vivir la luna y los amaneceres más que el sol. El problema surge cuando se va a hacer todo eso y más y se quiere un modelo para cada ocasión. Por encima de todo, un objetivo debe ser evitar oír eso de '¡llevas el doble que yo y el triple de lo que necesitas!'.
La casa Louis Vuitton, que este año celebra 150 años en el oficio de hacer baúles de viaje, ofrece unas pautas para ser un artista en eso de hacer una maleta. Lo primero, elegirla según el destino o, mejor, según la forma de desplazarse y la duración de la estancia. Así, por ejemplo, para escapadas de fin de semana en avión, son adecuadas las maletas con ruedas de tamaño cabina para así evitar facturar (depende de las compañías y la clase, en general es 57x54x15 centímetros hasta 8 kilos de peso). En el caso de estancias largas y en avión son adecuadas las maletas rígidas, en tanto que si se viaja en coche, las flexibles se adaptan mejor al tamaño de los maleteros.
Al elegir la ropa, Vuitton aconseja optar por los colores que permitan muchas combinaciones. Por ejemplo, varias camisas, camisetas y polos intercambiables con uno o dos pantalones o faldas. Un jersey o cazadora que pueda superponerse con todos o casi todos los conjuntos y zapatos que, en el caso de la mujer, puedan llevarse con falda y pantalón. En el caso de ellos, una americana que vaya tanto con polo y vaquero como con camisa y pantalones de pinzas para vestir.
Este verano, tanto para hombres como para mujeres, el triunfador ha sido el color blanco, así como, especialmente para ellas, los rosas, verdes y azules en dos opciones, en tonos pastel o en las versiones más ácidas. Y siempre hay clásicos que perduran, como las camisetas de rayas marineras o los trajes de baño para ellos con motivos deportivos o hawaianos. En materia de cosméticos, una de las grandes novedades del verano son las cremas hidratantes como las de Kenzo que deben guardarse en la nevera para que sus componentes actúen en frío.
Para colocar la ropa en la maleta, Louis Vuitton aconseja poner abajo los zapatos y los neceseres con objetos duros. El calzado debe ir protegido con sus fundas de tela y si es mucho el calzado que se lleva, puede ser adecuado una bolsa adicional. Encima se colocan los jerséis, los polos y las camisetas y ya en la parte superior, la ropa que más se arruga como camisas y vestidos. Precisamente para estas prendas, es adecuado utilizar papel de seda al doblarlas. En los huecos que queden libres se colocan cinturones y otras prendas u objetos pequeños. Para la ropa interior puede ser adecuado utilizar un estuche de tela. Es importante que en la maleta no quede mucho espacio libre para que al moverla no se desplace la ropa. Al llegar al destino, un truco para alisar los tejidos es abrir los grifos del agua caliente y hacer vapor.
Asimismo, puede ser conveniente llevar un bolso flexible doblado en la maleta para guardar los recuerdos adquiridos. Como asignatura pendiente de los fabricantes de maletas está crear una bolsa adecuada para llevar bolsos, sobre todo, aquellos tipo kelly que no son flexibles. Mientras llega, siempre se podrá añadir una bolsa más al equipaje ¿o no?
Italia contra Brasil
Como si de un partido de fútbol se tratara, la semana que ahora termina ha ofrecido un Italia y Brasil en toda regla. En este caso, el campo de hierba se ha visto sustituido por el firme de la pasarela. Si la semana anterior fue el momento de São Paulo -cuya pasarela ya se ha consolidado como la más potente de Latinoamérica-, del 25 al 30 de junio fue la semana de la moda de Río y con un día de diferencia la de Milán. En todas se vio la moda de la primavera verano 2005 y varios nexos entre ellas, como la incombustible Naomi Campbell, presente tanto en Sao Paolo como en Milán, y las reminiscencias del italiano Coveri y el pintor pop brasileño Romero Britto. En Milán presentaron sus propuestas Armani, Prada D&G, Gucci, Moschino y Calvin Klein, en tanto que en Sao Paulo destacó la frescura de sus diseñadores, como el español Custo. En Río de Janeiro, desfiles 100% diseño brasileño con Totem, Calado o María Bonita, aún no muy conocidos en Europa. Color, tejidos naturales y aire retro vestirán el 2005.