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Creación

El Observatorio de la Productividad no dispondrá de poder ejecutivo

El Observatorio para el Impulso de la Productividad no tendrá poder ejecutivo. æscaron;nicamente estimulará la toma de decisiones en los ministerios cuyas atribuciones tengan algo que aportar para mejorar la competitividad general de la economía.

La Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos dará en las próximas semanas el visto bueno a la creación del Observatorio para el Impulso de la Productividad, anunciado esta semana por el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes. Esta unidad, que no precisa de la aprobación en Consejo de Ministros, estará definitivamente integrada por los secretarios de Estado de Economía (David Vegara), de Hacienda (Miguel Angel Fernández Ordóñez) y de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno (Miguel Sebastian).

El Gobierno ha limitado a estas tres secretarías de Estado la composición por entender que son los tres que únicamente carecen de competencias microeconómicas concretas, pero tienen en sus manos el diseño de la política económica y la disponibilidad presupuestaria general. Por tanto, el Gobierno cree que son las que mejor pueden hacer el ejercicio de coordinación y estímulo de las decisiones que afecten a la mejora de la productividad general.

Por tanto, estimularán el debate con el resto de los ministerios que tengan algo que aportar en materia de productividad (Educación, Trabajo, Industria, Vivienda, Sanidad, Fomento, Medio Ambiente, etc.), y unificarán los criterios generales. Pero las decisiones concretas las tomará siempre la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, y a propuesta última de cada Ministerio afectado. Esta ha sido la razón por la que se ha reneunciado a crear una unidad muy numerosa en su composición, y simplemente coordinar las decisiones finales de los ministerios.

La labor del Observatorio no es producir planes cerrados de estímulo de la productividad, sino analizar en qué puntos es mejorable cada norma para mejorar el rendimiento de los recursos económicos, sean materiales o humanos, y promover decisionse sin un calendario determinado para hacer aportaciones a la competitividad de la economía.

El antecedente paralizado del Ministerio de Industria

l El último Gobierno del PSOE ya creó, en 1992, la Comisión para la Competitividad Industrial, que se desactivó con la eliminación del Ministerio de Industria en la segunda legislatura del PP, en 2000. Pero ahora Industria reclama la puesta en marcha de esta comisión, o, en su defecto, su inclusión en el Observatorio para el Impulso de la Productividad creado en el seno de Economía. Economía considera que la productividad no es competencia exclusiva de ningún departamento ministerial, puesto que todos tiene algo que aportar para mejorarla. Economía únicamente coordinará las decisiones.

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