La carga fiscal subió en España y bajó en la UE el ejercicio 2002
España se situó 4,2 puntos porcentuales por debajo de la media de la Unión Europea de carga fiscal global (impuestos y cotizaciones a la seguridad social), con una tasa de 36,2% delPIB en el 2002, según publicó ayer la Eurostat.
La UE alcanzó un 40,4% del PIB y continuó una tendencia a la baja desde el 2000 que se explica, en parte, por la reforma de los sistemas fiscales, que se ha traducido en un descenso de la tasa impositiva sobre los ingresos y las cotizaciones sociales.
En el 2001, la carga fiscal en España era de un 35,5% y con la ligera alza del 2002 se convirtió en el décimo país con la fiscalidad más baja de la UE. Si se le compara con el resto de la UE a 15 (solo los Estados miembros anteriores a la ampliación), España es el cuarto país, junto con Grecia, con una menor carga fiscal, sólo por detrás de Irlanda (28,6%); Reino Unido (35,8%) y Portugal (36,3%).
En la UE a 15, la carga fiscal fue en el 2002 del 40,5%, es decir, una décima por encima de la media, mientras que un año antes fue del 41,2%. Los países europeos con mayor nivel de impuestos son Suecia (50,6%); Dinamarca (48,9%); Bélgica (46,6%) y Finlandia (45,9%), según el estudio.
En cuanto a la estructura de los impuestos, el informe de la Oficina de Estadísticas de la UE analizó los de tipo directo, indirecto y las contribuciones sociales y concluye que en los nuevos Estados miembros los primeros representan una menor proporción que en la UE a 15, pero son más importantes los otros dos.
Los impuestos directos representaron en 2002 un 33,1% del total de la carga fiscal global y en España esa proporción fue del 31,3%. Polonia (18,7%), Eslovenia (20,2%) y Eslovaquia (22,6%) registraron la más baja proporción de impuestos directos, frente a Dinamarca (60,5%); Reino Unido (44,2%) y Finlandia (42,9%).
Una de las razones de esta diferencia es que los tipos de imposición son más bajos en la mayor parte de los nuevos miembros sobre los ingresos personales y los de sociedades.