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CincoSentidos

Una pyme familiar agita Los Monegros

El dulce Machín 'tenía mal genio', recuerda Juan Arnau Ibarz, 77 años, mientras recorre, de madrugada, la mítica discoteca de la que es propietario junto a su familia, Florida 135, situada en el pueblo de Fraga, en Los Monegros, Huesca. Cientos de jóvenes se mueven al ritmo atronador que marca un dj. Algunos le reconocen y le saludan. Chicos y chicas guapas ligeros de ropa bailan en una barra. 'En realidad es lo mismo que hace 50 años, los jóvenes vienen a divertirse', dice.

æpermil;l y su padre, Juan Arnau Cabases, lograron contratar a figuras de la música de los años 50 como el mismo Machín o la orquesta de Xavier Cugat. Ahora, él y su hijo, Juan Arnau Durán, de 48 años, fichan a las primeras figuras mundiales de la música tecno, que cobran por sesión -actuación- entre los 18.000 y los 36.000 euros. Los traen al Monegros Desert Festival, convertido en una de las grandes citas europeas de este género. 'Machín era tan transgresor como lo pueden ser hoy en día los mejores dj', comenta Juan Arnau Durán. 'Machín invitaba a bailar pegados, y eso en su día era muy progresista'.

La familia Arnau acude al Florida 135 todos los viernes y sábados. Recorren la sala, en la que trabajan 90 personas, entre la una y las ocho de la mañana y tratan de medir la aceptación del público al dj de turno. Los miembros de la familia se sitúan estratégicamente en la discoteca, que ocupa 3.500 metros. La esposa de Juan Arnau Ibarz, Pilar Durán, 72 años, trabaja en la tienda de la discoteca, donde se venden camisetas, mecheros y llaveros con motivos del Florida 135. Además gestiona la página de internet del club, que vende 12.000 euros mensuales en merchandising.

La web de la discoteca vende al mes 12.000 euros en 'merchandising'

En la puerta del Florida 135 aparcan autobuses repletos de jóvenes dispuestos a pasar una buena noche. Pero si alguien le hubiera dicho a Juan Arnau Cabases que Florida 135, abierta en 1942, iba a ser el principal negocio de la familia hoy en día, posiblemente no lo hubiera creído.

El negocio de la familia se basaba en las empresas de harinas y piensos de las que eran propietarios los Arnau. Florida 135 era sólo un negocio alternativo y sin grandes pretensiones. Pero la crisis del petróleo de los años setenta cambió las cosas.

'Habíamos invertido cerca de 150 millones de pesetas en renovar las instalaciones y entonces llegó la crisis, teníamos un problema de sobreproducción y se encarecieron las materias primas'. Sólo quedó en pie la discoteca.

Juan Arnau Durán se encontraba entonces en Los Ángeles realizando un máster en finanzas. Antes se había licenciado en la escuela de negocios de Esade. La situación de la familia le obligó a volver a España y dejar a la mitad sus estudios en Estados Unidos. Pero los conocimientos que había adquirido le servirían para reflotar el negocio familiar. El gran salto ocurrió a principios de los años noventa. Juan Arnau Durán recorrió Europa con su esposa, María Cruz Lasierra, en busca de los artistas más alternativos. Nadie hablaba entonces de música electrónica. El matrimonio contrató al dj Jeff Mills para tocar en su discoteca cuando pocos le conocían. Cobró 400.000 pesetas. Hoy su caché supera los 18.000 euros. La apuesta por el tecno de Juan Arnau ha convertido al Florida 135 en un templo para los amantes de este tipo de música.

Coca-Cola se une a los Arnau

Se acerca una fecha crucial para los Arnau. El 17 de julio tiene lugar en el desierto de Los Monegros, en Fraga, el festival de música tecno que organiza Florida 135. Lo viene haciendo desde hace 10 años y en la actualidad se ha convertido en uno de los festivales punteros en Europa de este tipo de música. El pueblo de Fraga tiene 12.000 habitantes. Los días del festival, que ocupa seis hectáreas, acuden a él 35.000 personas. Tanto ruido ha llegado a los oídos de la multinacional Coca-Cola. La compañía estadounidense patrocina la edición de este año del festival Monegros y la intención de la empresa estadounidense es 'extender la colaboración todo lo posible', según fuentes de la compañía consultadas. Coca-Cola utilizará el festival de Monegros para promocionar su bebida energética Burn. Las bebidas energéticas son muy consumidas en los locales en los que se escucha música tecno, ya que ayuda a los jóvenes a reponer fuerzas y seguir bailando toda la noche y buena parte del día. El año pasado la afluencia de público fue tal que 5.000 personas no pudieron acceder al recinto. El primer año que se organizó el evento acudieron cerca de 300 personas.

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