El fiscal pide dos años de prisión para Ackermann por el 'caso Mannesmann'
El caso XIV-5/03, más conocido como caso Mannesmann, quedó ayer visto para sentencia después de 34 sesiones y cinco meses de proceso. El fiscal pide al tribunal una pena de dos años de prisión para el presidente del mayor banco de Alemania, Josef Ackermann, por fraude y abuso de confianza.
Los otros cinco ex colegas del presidente de Deutsche Bank podrían salir peor parados. El letrado Dirk Degenborg exigió ayer en su alegato final una pena de dos años y medio de prisión para al antiguo consejero delegado de la operadora, Klaus Esser. La mayor condena, sin embargo, es la que pide la Fiscalía contra el ex presidente del consejo de supervisión, Joachim Funk, quien podría pasar tres años en prisión si la juez Brigitte Koppenhöfer acepta sus peticiones. Para el antiguo responsable del sindicato IG Metall, el otrora todopoderoso Klaus Zwickel, el fiscal pide un año y 10 meses. Los otros dos miembros del consejo imputados, Jürgen Ladberg y Dietmar Droste se enfrentan a un año cada uno. La decisión de Koppenhöffer se sabrá el 19 de julio.
Todo parece indicar, no obstante, que la juez pasará página. La magistrada ya señaló en un veredicto provisional emitido en marzo que no apreciaba indicios de culpabilidad. Aunque saliese condenado, Ackermann no iría a la cárcel, ya que la condena quedaría en suspenso.
Los hechos se remontan a 2000. En pleno proceso de adquisición de Mannesmann por parte de Vodafone, el consejo de vigilancia, del que formaba parte Ackermann, aprobó pagos para determinados ejecutivos de la operadora alemana. Fue el caso del ex presidente Klaus Esser, que recibió 30 millones cuando salió de la operadora, tras tres meses de lucha contra la opa. Antes de su marcha, el presidente recomendó a los accionistas que la aceptaran.
También hubo pagos para Funk, quien aprobó una prima de 4,5 millones para sí mismo. Así, hasta un total de 57 millones en bonus y otros pagos. Ayer, Degenborg aseguró que Funk y Esser trataron de 'enriquecerse' durante la compra; y que la conducta de Ackermann 'mostró una total indiferencia hacia los asuntos de Mannesmann'.
Los cuatro imputados ha asegurado repetidamente que aprobaron los pagos por la 'buena labor' de los directivos, que durante los tres meses de resistencia a la opa hostil de Vodafone lograron elevar el valor en Bolsa de la compañía alemana hasta los 70.000 millones de euros.
El alegato final de la defensa y los acusados tendrá lugar la próxima semana.
La prensa alemana ve al directivo libre y sin cargos
El presidente de Deutsche Bank y los otros imputados mostraron ayer mucha tranquilidad acerca del resultado del proceso legal. Tanto es así, que Josef Ackermann incluso se permitió pasar en la cafetería de los juzgados de Düsseldorf los minutos previos a la sesión en la que el fiscal pidió para él una sentencia en suspenso de dos años de cárcel, según informó ayer la edición online del Handelsblatt.l El rotativo germano, de hecho, asegura que las penas solicitadas por el fiscal Dirk Degenborg son bastante 'modestas', lo cual da buena cuenta de las pocas esperanzas del letrado de que sus peticiones de cárcel se 'hagan realidad. El diario Handelsblatt, incluso, llega a afirmar, que el fiscal se ha mostrado 'generoso' y 'condescendiente'. Degenborn aseguró ayer, no obstante, que los imputados 'sacaron el dinero de las cajas de Mannesmann y lo tiraron por la ventana'.