Caruana avala la rebaja de los incentivos fiscales a la vivienda
Pedro Solbes encontrará un aliado en el Banco de España si intenta abaratar la vivienda actuando sobre la demanda mediante la reducción de los incentivos fiscales a su compra. En su primera comparecencia ante el Congreso desde el triunfo del PSOE, el gobernador Jaime Caruana avaló esta política.
No era su primer encuentro con los portavoces parlamentarios porque la semana pasada les invitó a comer en el Banco de España. Pero el de ayer sí fue el estreno del gobernador ante la comisión de Economía en la VIII legislatura y quizá por ello lo aprovechó para hacer algunos guiños a la política económica del nuevo Gobierno.
El más novedoso afecta al aval que Jaime Caruana dio a la intención del Ejecutivo de reducir los incentivos fiscales a la compra de vivienda, un instrumento anticipado de forma velada en el programa electoral del PSOE que ya ha sido expuesto en distintos foros, también de manera sutil, por distintos portavoces gubernamentales.
'Una medida que suavice los incentivos fiscales a la demanda de vivienda sería positiva desde el punto de vista de los precios', defendió Caruana, para quien esta política de reducción de ayudas contribuiría también a aliviar las 'tensiones en este mercado'.
El gobernador expresó la conveniencia de actuar también sobre la oferta flexibilizando los trámites para sacar más suelo público y privado a la venta. En su opinión, las probabilidades de que la 'sobrevaloración' del precio de la vivienda se ajuste de forma gradual son altas, 'aunque las posibilidades de que el cambio sea abrupto', es decir de que la burbuja se pinche, 'aumentan' si se prolonga el proceso de los últimos años.
Caruana hizo otro guiño al Gobierno al apostar por un nuevo patrón de crecimiento basado en la productividad y la inversión en nuevas tecnologías. El gobernador eludió las reiteradas invitaciones que le realizó el portavoz económico del PP, Miguel Arias Cañete, a pronunciarse sobre la ausencia de reformas estructurales para corregir la deriva inflacionista provocada, en parte, por el aumento de los precios del crudo, aunque sí entró a valorar la importancia de la disciplina fiscal como garantía para mantener el crecimiento. El gobernador considera que este año y el que viene España crecerá a ritmos del 3% pero advirtió de que la estabilidad presupuestaria es imprescindible y a ella deben atenerse también los gobiernos autonómicos.
El portavoz económico del PSOE, Ricardo Torres Balaguer, anticipó la intención del Gobierno de promover las reformas estructurales que necesita la economía y puso como ejemplo del fracaso del modelo defendido por el PP el bajo nivel de inversión extranjera que recibe España por culpa de la escasez de mano de obra cualificada y la deficiente formación.
Por una nueva negociación colectiva
El portavoz económico del PP, Miguel Arias Cañete, subrayó ayer la incapacidad que, a su juicio, está demostrando el actual Gobierno para encarar reformas de calado que garanticen el futuro de la estabilidad presupuestaria, eviten el desboque inflacionista, atenúen las tensiones en el mercado de la vivienda, aumenten la competitividad en el comercio y cambien el modelo de la negociación colectiva. Caruana incidió en esta última reforma pendiente pues, en su opinión, hay que desligar la evolución de los salarios de la del IPC para tomar como referencia la productividad.Según el gobernador, si no se afronta esta reforma de la negociación colectiva de forma que los salarios se adecuen a la situación de los distintos sectores empresariales, se correrá el riesgo de que aumenten los precios o bien de que los ajustes se continúen realizando a través de la pérdida de empleo, como ya ha comenzado a ocurrir en los sectores más expuestos a la competencia externa que se ven abocados a compensar los aumentos salariales por este camino.