Incosol se adentra en la alta cocina
Incosol, el hotel marbellí dedicado a la salud, ha querido aumentar su oferta con un restaurante de alta cocina, La Esencia. Abierto en el mes de febrero, Juan José García Egocheaga, consejero delegado de Incosol, resalta el éxito de público que ha tenido en estos meses e insiste en que se trata de una comida sana, pero no de régimen en el concepto más estricto del término.
Porque si bien es cierto que el complejo marbellí es conocido por sus tratamientos curativos, y en especial los dedicados al adelgazamiento, La Esencia no está concebido en exclusiva para los clientes del SPA. Aunque para aquellos que lo deseen, el nuevo restaurante ofrece también comidas dietéticas.
Al frente del establecimiento se encuentra Juan Carlos Jiménez, director de Alimentación y Bebida de Incosol apoyado por Frèdèric Plasse y José Casabella. Jiménez, que se ha formado en la Escuela de Hostelería de Avignon (Francia), es un chef imaginativo, por lo que desde la dirección de Incosol se insiste en que La Esencia es ante todo un restaurante de autor.
Y se ha querido plasmar en la decoración del comedor, obra de Jean Pierre Martel bordeado por unos amplios ventanales orientados a los jardines del Patio de los Poetas y por tres característicos ojos de buey, a modo de un barco, que dejan ver lo que pasa en los fogones. El restaurante tiene una capacidad para 45 personas, más un gran reservado que puede acoger a otras 40.
En la cocina de Juan Carlos Jiménez se mezcla Oriente y Occidente. En su carta se pueden encontrar platos como el café irlandés de boletus edulis, espárragos verdes emulsionados con aceites de carabineros, trufa blanca y galleta de sal de apio o la papada ibérica con estofado de jibias de potera, jugo de brevas y crujiente de pimienta.
Los productos son estrictamente frescos, de temporada y de buena calidad. En la línea del resto de los alimentos de Incosol, se cocinan con poca o nula grasa. Los responsables del restaurante marbellí presumen de una selecta y variada bodega.