Duro Barroso logra respaldo mayoritario para presidir la Comisión Europea
El primer ministro irlandés Bertie Ahern, presidente en funciones de la Unión Europea, convocó ayer un consejo extraordinario para el martes, con objeto de votar la candidatura del primer ministro luso, José Manuel Durao Barroso, como presidente de la Comisión Europea.
El presidente de turno de la UE se mostró convencido de que Durao Barroso recibirá los apoyos necesarios para presidir la Comisión Europea. 'Es un gran tributo para el primer ministros portugués y para su país que los colegas hayan expresado tal apoyo por él, y deseo verle aceptar esta designación. Los miembros del consejo europeo le han invitado a hacerlo y espero que pueda responder de manera positiva', declaró el primer ministro irlandés. La decisión final de Barroso seguía ayer pendiente de las dificultades que está encontrando en su propio país, donde han surgido presiones para forzar la convocatoria de elecciones anticipadas en caso de que el primer ministro renuncie a su cargo.
Nacido en el seno de una familia de clase media de Lisboa, Durao Barroso estudió Derecho y fue ministro de Exteriores con sólo 36 años. Siempre ha sido acusado de falta de carisma, pero nadie cuestiona sus buenas dotes para la diplomacia. Barroso habla con fluidez inglés, francés y español. Y entre sus mayores éxitos figura la consecucién del acuerdo que puso fin a 15 años de guerra civil en Angola.
En su contra juega básicamente el papel de anfitrión que ejerció en la polémica cumbre de las Azores, que sirvió de antesala a la última guerra de Irak. De ahí que los países que más podrían cuestionar su designación sean Francia y Alemania.
Sin embargo, la convocatoria del consejo extraordinario para el martes ha hecho que se diese prácticamente por asegurada su designación. Reino Unido y España se muestran favorables al candidato luso. Y Alemania también le ha expresado su apoyo de manera explícita.
El canciller alemán, Gerhard Schröder, declaró ayer que ha comunicado a Ahern 'que Barroso podrá contar con el apoyo de Alemania y que sólo hay que aclarar un par de cuestiones que no deben debatirse en el mercado público'.
Y varios medios de comunicación han informado de que Angela Merkel, presidenta de la oposición cristiano demócrata, ha llamado al presidente francés, Jacques Chirac, para sodear si estaba dispuesto a apoyar al presidente portugués. La respuesta sería que sí, según el semanario Der Spiegel.
En un principio Schröder y Chirac eran partidarios de sustituir a Romano Prodi por el primer ministro luxemburgués, el liberal Guy Verhofstadt. Pero los jefes de Gobierno conservadores exigieron que el candidato proceda del grupo popular, que es el que obtuvo mayoría en las elecciones europeas.
La carrera para suceder a Prodi ha estado salpicada de obstáculos y desavenencias entre los principales integrantes de la Unión Europea. El mandato de Prodi vence en octubre, pero Ahern se había propuesto lograr un candidato de consenso en este mes.
El duro pulso entre Reino Unido y Francia, que no han dudado en vetar algunas de las candidaturas, hizo pensar que la decisión tendría que ser aplazada. Pero Ahern podría lograr su objetivo mañana mismo.
La oposición lusa exige elecciones anticipadas
La candidatura de Durao Barroso para presidir la Comisión Europea parece tener ahora más obstáculos dentro del mapa político portugués que en el conjunto de la Unión Europea. Y es que la marcha de Barroso a Bruselas puede tener importantes repercusiones en su propio país. Los partidos de la oposición han anunciado que exigirán la convocatoria de elecciones anticipadas si Barroso renuncia al cargo para presidir el Ejecutivo europeo. El Partido Socialista considera que 'la legitimidad del Ejecutivo quedará en entredicho si el primer ministro se marcha a Bruselas'. Y el partido comunista PCP opina que 'la hipótesis de que la jefatura del Gobierno portugués pase a otro dirigente político del Partido Social Demócrata (PSD), que preside Durao Barroso, es una solución artificial y políticamente inconveniente e inaceptable'. La coalición de Gobierno integrada por el PSD y el Partido Popular obtuvo sólo el 33,2% de los votos en las últimas elecciones europeas, lo que supuso la derrota más grave de su historia.