Pesimismo en Alemania
Cuando las cosas parecían encauzarse en Alemania, el instituto de análisis económico Ifo sorprendió ayer con un dato preocupante: la confianza de los empresarios germanos ha caído en junio al nivel más bajo en nueve meses, debido a que el creciente aumento del desempleo está dañando el gasto de los consumidores. Malas noticias para la mayor economía de la Unión Europea, que hace tiempo que no consigue cumplir su tradicional papel de locomotora de la zona euro. Los datos publicados ayer llevaron al presidente del Ifo a pedir al Banco Central Europeo (BCE) que mantenga por ahora sin cambios los tipos de interés. Y probablemente eso será lo que ocurrirá en la reunión que la autoridad monetaria europea celebrará la semana pasada. Pero el encarecimiento del petróleo está impulsando con fuerza al alza de los precios, y eso reduce peligrosamente el margen de maniobra del BCE para permanecer quieto.