Izar se da un mes para garantizar su futuro a la CE
Proyecto industrial, pero que sea creíble. Izar, grupo público de construcción naval controlado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), presentará a final de julio un plan de viabilidad para los astilleros civiles bajo la órbita pública que permita garantizar su futuro y afrontar un calendario de pagos para devolver las ayudas de Estado reclamadas por Bruselas.
El diagnostico está realizado y el paciente, Izar, está muy enfermo. El gabinete interministerial constituido por los ministerios de Economía, Trabajo y Asuntos Sociales e Industria, además de SEPI, después de más de un mes de deliberaciones, considera que el futuro de Izar depende de la Comisión Europea. Su informe, que ayer estuvo sobre la mesa de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, incluye también una readaptación de la actual estructura industrial y laboral del grupo público de construcción naval.
La tarea se presenta complicada. El Gobierno español intentará aprovechar todos los cauces posibles (búsqueda de nuevos socios institucionales e industriales y apoyos financieros públicos disponibles por las administraciones y empresas de fomento empresarial). El objetivo es evitar la quiebra de Izar, con un balance lastrado por pérdidas históricas y con más de 1.500 millones de ayudas públicas cuestionadas por Bruselas, así como garantizar cuando menos el mantenimiento de buena parte de sus instalaciones dedicadas a la construcción de barcos para el área civil.
Fuentes consultadas aseguran que Bruselas exigirá que el plan a presentar por Izar incorpore la apuesta por la consecución de carga de trabajo para las vacías gradas de su negocio civil.
Plan industrial
El grupo público de construcción naval y su accionista, SEPI, deben aplicarse con esmero. La Comisión Europea, que ha exigido la devolución de una primera tanda de ayudas públicas de 308 millones, quiere un plan que garantice su futuro.