El Gobierno coloca a Luis Atienza al frente de Red Eléctrica
Los mismos consejeros que hace menos de un mes felicitaron a Pedro Mielgo por su gestión al frente de Red Eléctrica asistieron ayer a su cese. La SEPI ha designado un nuevo presidente para la empresa, Luis Atienza. Su nombramiento fue ayer y en el consejo hubo consenso.
No hubo sorpresas. Tal y como estaba previsto, la reunión del consejo de administración de Red Eléctrica terminó con nombramiento, el de Luis Atienza como consejero y presidente de la entidad, en un acuerdo que será efectivo a partir del 8 de julio.
Y hubo nombramiento porque durante la sesión se produjo un cese, el de Pedro Mielgo, que dejó los cargos de consejero y máximo ejecutivo de la compañía después de una batalla que ha dado por perdida. Con su cese en la mano, el principal accionista de la compañía, la SEPI, propuso su candidato entre el consenso de los presentes.
Con la llegada del ex ministro socialista Atienza se cierra el primer relevo que protagoniza el PSOE en una empresa cotizada, que se ha hecho no sin dificultades. El consejo de Red Eléctrica ha ofrecido una dura resistencia a la SEPI, gracias a la composición del máximo órgano de administración.
Hace menos de un mes, los consejeros respaldaron a Mielgo en una nota pública
La SEPI es el socio mayoritario, con el 28,5%, seguido muy de lejos por Hidrocantábrico, Endesa, Iberdrola y Unión Fenosa, que tienen un 3% cada una, y Viesgo, que cuenta con un 1%. En Bolsa cotiza el 58,5% restante. A pesar de esta distribución accionarial, la sociedad estatal sólo tiene tres consejeros, que se enfrentan con cinco independientes nombrados por el Partido Popular y al propio Mielgo. En el medio, los representantes de las eléctricas, con dos sillones en el consejo.
Han sido los consejeros independientes los que más se han opuesto al relevo de Mielgo, aunque algunas fuentes aseguran que las eléctricas también han dado la batalla. Otras, sin embargo, apuntan a la proximidad de la aprobación del decreto tarifario como razón más que suficiente para que las eléctricas no quieran alejarse en estos momentos del Gobierno.
En cualquier caso, el resultado de las últimas semanas de movimientos es que la decisión de ayer se tomó 'por consenso', según fuentes cercanas a la compañía. Y se ha hecho menos de un mes después de que estos consejeros felicitaran a Mielgo 'expresamente y de forma unánime' por su gestión al frente de la compañía y los resultados obtenidos, según una nota difundida el pasado 27 de mayo por Red Eléctrica.
Lo más importante de la misiva estaba al final. A la 'felicitación personal' se unía el 'apoyo explícito' del consejo de administración a Mielgo, así como 'su total confianza', que llevaba a los consejeros a instarle a continuar 'en el desarrollo de la gestión llevada a cabo hasta la fecha'.
Muy pronto se vio que los deseos no se harían realidad. El Gobierno considera que la empresa gestora de la red de transporte de electricidad es 'estratégica' para el país y por ello el presidente debe ser un cargo de confianza. Así se lo comunicó a principios de mes el Ministerio de Industria a las eléctricas, a través del secretario general de Energía, Antonio Fernández Segura.
Luis Atienza fue ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en el último Gobierno socialista antes de la llegada al poder del Partido Popular en marzo de 1996. Su conocimiento del sector procede de su etapa como secretario general de Energía.
El ex ministro tomará las riendas de Red Eléctrica después de seis años consecutivos de crecimiento de beneficios -el último, del 15,9%- y otros tantos de facturación. Estos resultados permitieron a Pedro Mielgo cerrar su último año en Red Eléctrica con una retribución de 638.000 euros.
La única empresa 'pública' cotizada
Con el relevo de Pedro Mielgo por un ex ministro socialista, el nuevo Gobierno ha procedido a sustituir al presidente de la única empresa cotizada en Bolsa en la que el Estado es el accionista de referencia. O, visto de otra forma, ha cambiado a todos los presidentes de empresas cotizadas con alta participación del Estado en su capital. Es algo parecido a lo que hizo el Gobierno del Partido Popular cuando llegó al poder, si bien en aquel entonces el Estado era el accionista mayoritario de gigantes como Telefónica, Endesa, Repsol o Tabacalera, en cuyas cúpulas promovió los relevos correspondientes.Hoy, el Estado ya no está en el capital de esas empresas o tiene una participación residual resultado de las acciones que no pudo llegar a colocar en los respectivos procesos de privatización. Así, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales posee un 5% de Iberia o Aldeasa, cerca de un 3% de Endesa y en torno a un 2% de Altadis. Son participaciones que en ningún caso le conceden protagonismo alguno en la gestión o el accionariado.