El móvil de tercera generación despega en Europa
Después de cuatro años en barbecho, un ejercicio completo monopolizado por Hutchison en solitario y toda una historia de inversiones millonarias y escepticismo, la telefonía móvil UMTS ha estallado en Europa. Usuarios de 10 países tienen a su disposición 19 ofertas de distintos operadores.
El mercado objetivo son cinco millones de usuarios a finales de este año en Europa occidental, según las cuentas de Analysys Research, una cifra muy pobre si se compara con los 1.000 millones de clientes de GSM a los que se llegó en el mundo en marzo. Aun así, las operadoras europeas han cumplido su promesa. Se comprometieron a lanzar el UMTS en cuando la tecnología estuviera lista y así lo han hecho, a pesar de que existen dudas de que el mercado este aún lo suficientemente maduro como para que el recibimiento sea masivo hasta bien entrado 2005.
Y lo han hecho casi todas en las mismas fechas, coincidiendo con la llegada de la primavera. Hasta marzo de este año, Hutchison dominaba en solitario la escena europea de la tercera generación, con servicios en cinco países. En menos de cuatro meses, la oferta se ha disparado. Otras diez operadoras han lanzado su propuesta y ahora existen 19 ofertas en una decena de países.
Vodafone, Telefónica Móviles, Deutsche Telekom y Portugal Telecom, entre otras, han puesto por primera vez teléfonos UMTS en la calle. Sin embargo, y a pesar de las abultadas cifras de lanzamientos, la capacidad de elección es más bien inexistente. El producto estrella de la generación celular llamada a acabar con el GSM es el videoteléfono y no hay ninguna oferta que, por ahora, vaya más lejos.
Suecia es el país más barato, por la subvención al terminal
Tampoco hay demasiadas sorpresas en los terminales. Sony Ericsson y Samsung, en sus versiones Z1010 y Z105, son los favoritos de las telefónicas, con alguna incursión de Motorola. Sólo Hutchison se sale del guión, con NEC y LG.
La subvención de los terminales
Para encontrar una característica que permita distinguir una oferta de otra y un país de su vecino hay que ir al precio. Y ahí sí hay diferencia. La denominada cultura del subsidio ha saltado de una generación a otra y resulta determinante a la hora de tasar un terminal.
Un sueco, por ejemplo, puede hacerse con un Sony Ericsson con la última tecnología por solo 213 euros, mientras que un italiano tendrá que hacer un esfuerzo adicional y llegar a los 600 euros. Y es que Suecia es un país donde las telefónicas tradicionalmente han subvencionado los terminales y en Italia la política es dejar de hacerlo. En la misma situación está España, donde el mismo Sony Ericsson cuesta unos 500 euros, sólo un poco menos que en Italia, pero mucho más que en Suecia.
Estas diferencias demuestran que, una vez más, la competencia entre las operadoras de móvil es limitada. La distinción en precios se da por países, porque dentro de una misma nación las tarifas son muy homogéneas. El mejor ejemplo de lo primero es Vodafone, que vende el mismo móvil por 199 euros en Holanda -sujeto a diversas condiciones-, por 499 euros en Alemania, por 599 euros en España, 649 euros en Italia y 690 euros en Portugal.
El mejor ejemplo de lo segundo es España, donde Telefónica Móviles y Vodafone coinciden en el precio del Sony Ericsson Z1010: 499 euros.
Más complicada es la comparación del único servicio por ahora exclusivo del UMTS: las videollamadas. En Suecia, una misma operadora -Tele2- las tarifica entre 0,28 y 0,76 euros por minuto, dependiendo de la hora, el operador que lo recibe y los planes firmados por el usuario. En España, Vodafone cobra entre 0,1 y 0,47 euros y Telefónica Móviles, entre 0,5 y 0,8 euros.
Las diferencias son sustanciales, y más aún se si tiene en cuenta que la mayoría de las telefónicas ofrecen las videollamadas gratis en promoción y otras las facturan, por ahora, como las conexiones normales.
En la carrera del UMTS también sorprende el reparto de ofertas por países. Italia, como no podía ser de otra forma, es una de las naciones con más operadoras en liza -tres-, pero sus compañeras son Suecia y Portugal. Grandes países como España o Alemania sólo tienen dos ofertas y en peor situación están Francia y el Reino Unido, con una.
China apuesta por su propia tecnología de tercera generación
Europa ha apostado por una tecnología de tercera generación que fuera común para todos los países y compatible entre todos los operadores; Estados Unidos está evolucionando por un camino distinto, pero con un estándar bastante extendido, y en Japón, el gigante NTT Docomo lanzó hace tiempo su propia solución. A estas tres tecnologías dominantes se unirá dentro de un año una nueva: la china. El Gobierno de este país ha optado por desarrollar un estándar propio, el TD-SCDMA, que estará listo para operar antes de junio de 2005. China es el primer mercado de móviles del mundo, con 300 millones de usuarios, y las autoridades han decidido primar a la industria local y evitar condicionamientos del exterior.