Monti exige el fin de las ayudas a RTVE en un 'corto plazo'

El guardián de la libre competencia en la UE repasa en esta entrevista, concedida a CincoDías durante un viaje a Madrid, su opinión sobre algunos de los casos más polémicos de su departamento, como RTVE, General Electric y Microsoft.

Mario Monti es por sí mismo una institución en la Unión Europea. En sus diez años en la Comisión, primero como comisario de Mercado Interior, y desde 1999 como comisario de Competencia, ha tomado decisiones no siempre fáciles, como la supresión de las tiendas libres de impuestos en los aeropuertos, donde recibió presiones por parte de empresas, Gobiernos y sindicatos, o el veto a la megafusión de General Electric y Honeywell.

Afirma que su labor es preservar el interés general y aunque admite haber recibido presiones, asegura que 'no producen ningún resultado'. Su opinión sobre la actual financiación de RTVE es rotunda: 'No dudaré en abrir un expediente si las ayudas estatales no cesan'.

Pregunta. Su mandato acaba el próximo mes de noviembre y el Gobierno de Berlusconi parece reacio a proponerle de nuevo para el cargo. ¿Qué hará si tiene que dejar la Comisión después de diez años?

'Las sentencias pueden ser anuladas por los jueces, pero no por eso se acaba con el prestigio de una institución'

Respuesta. Parece que sobre Berlusconi está usted mucho más informada que yo risas. A mí no me ha llegado ninguna información en uno u otro sentido. Pero estoy muy cómodo en la Comisión. En 10 años se han culminado cuatro hitos: el mercado único, la moneda única, la ampliación y la Constitución. Había tanto pesimismo en que la UE fuera capaz de conseguir todo eso… no es extraño que ahora Europa esté un poco cansada.

P. Su trabajo no ha sido un camino de rosas... Su departamento es uno de los que suscitan más críticas en los países miembros porque sus decisiones no siempre coinciden con las de los Gobiernos...

R. Muchas decisiones de la Comisión, no sólo las referentes a temas de Competencia, molestan a los países miembros, por ejemplo, las del anterior comisario de Economía, Pedro Solbes, o las del actual, Almunia, en cuanto a la disciplina fiscal. Culpan a la Comisión de aplicar el pacto de Estabilidad, pero se olvidan de que las reglas las han adoptado ellos mismos. En el caso de Competencia, los Gobiernos critican a la Comisión porque ponemos objeciones a las ayudas estatales. En muchos casos, y no me refiero a España, los Gobiernos dicen que no comprenden por qué la Comisión no ha aceptado esas ayudas, pero luego, en privado, nos aseguran que están felices por nuestra postura, ya que se pueden ahorrar mucho dinero.

P. Las ayudas de Estado son un tema especialmente polémico y que despierta el recelo de algunos Gobiernos, como el francés, que afirma que ese tema debería ser decisión exclusiva de cada país.

R. No creo que digan en serio que los Gobiernos nacionales deban suplantar a la Comisión en el control de esas ayudas. En realidad están pidiendo a la Comisión que sea más flexible. Pero desde el Tratado de Roma, y especialmente después del acuerdo sobre la Constitución, la Comisión está capacitada para controlar esas ayudas, ya que si cada Estado miembro fuera completamente libre para otorgar ayudas a cualquier empresa sin ningún control comunitario, sería letal para el mercado porque no habría competencia en igualdad de condiciones. Sería un caos si en el mercado común no hubiera una autoridad comunitaria que controlara las ayudas de Estado.

P. En España existe un caso especialmente polémico, RTVE. Las principales televisiones privadas acusan a su departamento de no frenar la competencia desleal que ejerce RTVE. ¿Por qué la Comisión es tan intransigente con las ayudas de Estado en unos sectores y en cambio no en las televisiones públicas?

R. Telecinco y Antena 3 han presentado a la Comisión quejas sobre la financiación pública de RTVE. Después de las pertinentes investigaciones, las conclusiones preliminares de la Comisión son que las medidas de financiación de RTVE constituyen ayudas de Estado, más precisamente lo que nosotros llamamos 'ayudas de Estado existentes', que significa que estaban ahí cuando España ingresó en la UE.

En un caso así, cuando las ayudas ya existían, la Comisión no puede ordenar que RTVE las devuelva. Pero sí que haya cambios en la financiación y que se supriman. En ese sentido, escribimos una carta al Gobierno español en octubre de 2003 donde se indican las modificaciones que son necesarias en la financiación de RTVE para asegurar que la competencia en el sector audiovisual español no se vea modificada.

Hemos dado instrucciones muy precisas sobre cómo realizar esos cambios respecto a RTVE. Actualmente se están llevando a cabo negociaciones entre la Comisión y el Gobierno español en las que esperamos que haya una solución satisfactoria. No podemos ordenar que se devuelvan esas ayudas, pero sí que se cambie completamente el sistema de financiación de RTVE.

P. ¿Hay fechas concretas sobre el cambio en la financiación de RTVE?

R. No, no tenemos una fecha de ultimátum. Espero que sea a corto plazo.

P. ¿Qué acciones tomará la Comisión si no se cumplen las recomendaciones?

R. Si la solución no llega en un corto plazo, seré firme en proponer a la Comisión que se adopte el siguiente paso en la investigación sobre esas ayudas. No dudaré en abrir un expediente y que se inicie la correspondiente investigación formal. RTVE podría ser expedientada como cualquier otra empresa pública.

P. Otro caso candente es el de los antiguos astilleros (Izar), donde la Comisión ha declarado ilegales las ayudas de Estado y ha ordenado devolver 308 millones. La Sepi ha pedido autorización para realizar una ampliación de capital y salvar a la empresa de la quiebra. ¿Cuál es la postura de la Comisión?

R. Es un caso muy complejo, que estaré discutiendo hoy mismo por ayer con el vicepresidente Solbes y sobre el que la Comisión ha tomado una decisión recientemente. Lo siento, pero prefiero esperar a que acaben mis conversaciones con el ministro.

P. ¿Qué opciones tiene Izar para devolver el dinero?

R. Precisamente ésa es una parte importante de las conversaciones que mantengo con Solbes.

P. Las relaciones de la Comisión con el Tribunal de Justicia no han sido nunca fluidas. Los jueces comunitarios han anulado muchas sentencias, minando de alguna manera el prestigio de su departamento.

R. Desde que la UE se creó, cada decisión de la Comisión en temas de competencia puede ser recurrida a una instancia jurídica, es como funciona un Estado de Derecho. Ha habido muchos casos en los que el Tribunal ha respaldado a la Comisión y en otros no. Recuerdo especialmente el año 2002, cuando tres casos resueltos por mi departamento fueron anulados por el Tribunal, y la Comisión a su vez recurrió uno que está pendiente de veredicto. No por eso se acaba el prestigio de una institución.

P. ¿Cómo cree que evolucionarán las relaciones entre la autoridad administrativa y la judicial, ahora que el sistema anticompetencia se ha judicializado?

R. Tras la reforma hay una mayor descentralización. La Comisión deliberadamente ha delegado en cada país y ha involucrado más a las autoridades administrativas y judiciales. Será mucho más fácil que antes que los consumidores o las empresas afectadas puedan exigir daños y perjuicios y hacer que se desincentive mucho más a las empresas que pretenden atentar contra la competencia.

'Los Gobiernos deberían ser más cautos'

Monti se muestra preocupado por el resultado de las elecciones europeas, donde se ha producido una altísima abstención que perjudica, dice, la construcción europea. Sin embargo, no cree que sea culpa de la UE como institución, sino de los Gobiernos, quienes muchas veces. afirma 'echan la culpa a la UE de las reformas impopulares que tienen que adoptar en sus países'. Si este esquema se repite, se acaba debilitando la construcción europea y los ciudadanos rechazan todo lo que tenga que ver con Europa como algo negativo. 'Los Gobiernos deberían ser más cautos', afirma, 'y deberían explicarles a los ciudadanos por qué la UE es importante y que las decisiones que adoptan, aunque duras, son consecuencia de una decisión conjunta entre la Comisión y los Gobiernos nacionales'.

'Europa ha estado muy unida en el veredicto'

Hay casos muy importantes que están pendientes del veredicto del Tribunal de Justicia, como por ejemplo el de las empresas General Electric-Honeywell. Sería un duro varapalo para la Comisión si los jueces dan la razón a ambas empresas en su intención de fusionarse.La Comisión está siempre tranquila si la decisión del Tribunal está fundamentada. Nosotros hemos dado nuestro veredicto y el Tribunal dará el suyo, es un proceso normal.En otro caso contra una empresa estadounidense, Microsoft, también se ha anunciado una dura batalla legal contra la decisión de la Comisión, que ha impuesto a la empresa presidida por Bill Gates la mayor multa en la historia del sistema europeo de competencia.La Comisión Europea ha sido y es firme en su decisión. En este caso ha habido unanimidad sobre la sanción impuesta, y no sólo eso, la sentencia también ha estado respaldada por las autoridades de competencia de todos los países miembros, algo que no suele suceder. Europa ha estado muy, muy, unida en este el veredicto.¿Es más difícil enfrentarse a Bill Gates o a Jack Welch (ex presidente de General Electric)?Hablé con Gates al inicio del proceso, pero finalmente no se llegó a un acuerdo en las negociaciones. También tuve oportunidad de hablar con el consejero delegado, Steve Ballmer. Y en el otro caso, también hablé con Jack Welch. ¿Y? ¿Qué me preguntaba? (risas)Se lo pregunto porque son dos de las personas más poderosas del mundo, supongo que no será fácil enfrentarse a ellos...Las personas son importantes, pero las empresas también.Admite que recibe presión de las empresas. ¿Son más fuertes que las presiones de los Gobiernos?Las empresas tratan de justificar muy activamente su conducta. A veces, además, utilizan argumentos políticos a través de sus propios Gobiernos. Pero parte de nuestra labor es demostrar que esas presiones políticas no producen ningún resultado, que son totalmente inefectivas.