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Fondos

El Santander opta por el valor añadido

Los años transcurridos desde el estallido de la burbuja bursátil ahuyentaron de los mercados de valores a muchos pequeños inversores y partícipes, que sesgaron sus carteras hacia activos más conservadores. Con el paso de la crisis, las Bolsas han resurgido -quizá sin tanta fuerza- y han recuperado el atractivo perdido.

El dinero, poco a poco, está volviendo a los fondos de renta variable más tradicionales. Pero en el universo de inversores, existe un grupo más inquieto que busca productos bursátiles con valor añadido. La gestora del Grupo Santander ha percibido esta demanda y ha creado una gama de fondos que denomina concepto y que pretende ofrecer 'algo más', según palabras de Javier Mazarredo, director de Renta Variable de Santander Central Hispano Gestión de Activos.

Entre las grandes corrientes de producto han existido tradicionalmente dos: los fondos pasivos, que son aquellos que replican un índice, y los estructurados contra un índice de referencia, que lo que tratan de hacer es batirlo. 'Faltaban productos que crearan ilusión', sostiene Mazarredo.

Los fondos concepto no tratan de batir a un índice de referencia determinado, sino que intentan generar una rentabilidad diferencial para cada perfil de cliente.

Es decir, que en una cartera formada por los fondos de la gama básica, se utilizan los fondos concepto en los casos en que es necesario ajustar la cartera del cliente con mayor precisión, cuando el nivel de sofisticación es mayor.

La gama consta de cuatro productos: un fondo dividendo, uno de empresas de pequeña capitalización (small caps), uno denominado de carteras concentradas y uno apalancado.

Los cuatro tipos de fondo, que se comercializan a través de todas las redes del grupo, tienen en común que utilizan la gestión activa en la que el gestor realiza una selección de valores que estima presentan un mayor recorrido en el mercado.

Les diferencia, sin embargo, el que unos son más arriesgados que otros. El fondo dividendo es el más conservador de los cuatro. Invierte en compañías con elevada rentabilidad por dividendo y con balances saneados y bajas valoraciones.

Por el contrario, el fondo apalancado invierte el 150% de la cartera en Bolsa, con lo que su riesgo es, sin duda, mucho mayor.

Entremedias quedan el fondo de small caps, que busca oportunidades en compañías de pequeña capitalización, y el de cartera concentrada, cuyo objetivo es crear una cartera con los 15 o 25 valores que al gestor más le gusten en cada momento.

'Son fondos que han tenido mucho éxito', reconoce Mazarredo. En apenas nueve meses, de hecho, ha captado cerca de 500 millones de euros. 'Es una cifra muy alta, si tenemos en cuenta que hablamos de fondos de renta variable', añade.

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