El Gobierno de EE UU se niega a socorrer a United Airlines
La salida de la suspensión de pagos se ha complicado para United Airlines, la segunda aerolínea de EE UU. El Consejo de Estabilización del Transporte Aéreo, creado para ayudar a estas empresas a superar la crisis tras el 11-S, le ha negado un aval de 1.600 millones de dólares clave para su plan de reestructuración.
La salida de la suspensión de pagos, en la que entró United en diciembre de 2002 dependía de este aval que le ayudaría a conseguir un préstamo de 2.000 millones de dólares por parte de JP Morgan y Citigroup. Este capital era necesario para el plan de reestructuración que la aerolínea debe presentar ante el juez. Ahora todo queda en suspenso.
Por un lado y a la espera de que se le concediera el aval, United había pedido al magistrado que ampliara hasta el 30 de septiembre el plazo que tiene para presentar un plan de salida de la crisis antes de que sus acreedores puedan presentar alternativas. La decisión del juez se esperaba ayer.
Por otro lado, aunque dos de los tres miembros del Consejo de Estabilización del Transporte Aéreo (ATSB, en sus siglas en inglés) negaron el aval, se ha dejado la puerta abierta a United para que presente otra petición.
Desde la aerolínea se calificó la decisión de la ATSB de 'prematura' pero se solicitará la revisión de su propuesta.
Será la tercera vez que lo haga. La primera petición de ayuda se presentó en diciembre de 2002 y entonces la garantía de préstamo solicitado era de 1.800 millones. La ATSB negó la ayuda y United solicitó la suspensión de pagos. La empresa tuvo que poner en marcha un plan de recortes de costes de 5.000 millones, la mitad de ellos se centraron en los salarios.
La segunda negativa llegó el miércoles por la noche. 'Creemos que el consejo (la ATSB) no es totalmente consciente de las importantes modificaciones que United quiso negociar', dijo la empresa en un comunicado. United y la ATSB han dialogado casi hasta última hora, pero en estas conversaciones han pesado mucho unas declaraciones del consejero delegado de la empresa, Glenn Tilton, quien curiosamente ha dicho que la aerolínea saldrá de la crisis con o sin ayuda federal.
Y así lo ha entendido la ATSB desde donde se cree que el mercado del crédito ha mejorado desde que se puso en marcha este consejo de ayuda federal y United puede tener éxito sin el apoyo del Estado.
Más allá del problema financiero, United hace frente a un alza del precio del combustible y la competencia de las líneas de descuento que ya controlan el 25% del mercado doméstico.
Los analistas esperan que United busque más concesiones de sus trabajadores (algunos de los sindicatos ya se han negado) y otras formas de financiación, entre ellas la entrada de algún socio.
Los problemas de esta aerolínea no son únicos. El consejero delegado de Delta, Gerald Grinstein, ha dicho que el actual modelo de negocio no garantiza la supervivencia de la tercera del sector en EE UU. Grinstein cree que entrarán en suspensión de pagos como último recurso. Los analistas creen que si no recorta costes no tendrá alternativa.
Las cifras
1.600 millones de dólares es el total del aval solicitado y denegado por el Consejo de Estabilización de Transporte Aéreo.2.500 millones de costes anuales en salarios y beneficios sociales (médicos) han sido recortados ya.2 es la posición que ocupa United en el ranking de aerolíneas de EE UU.67.000 trabajadores volverán previsiblemente a negociar más recortes.