Marks & Spencer rechaza la nueva oferta de Green de 12.700 millones en metálico
Al empresario Philip Green se le sigue resistiendo Marks & Spencer. La veterana cadena de grandes almacenes británica rechazó el miércoles por la noche un segundo intento de adquisición del magnate que subió su oferta en metálico de 7.000 millones de libras (10.600 millones de euros) a 8.400 millones (12.700 millones de euros) o 370 peniques por acción.
El consejo de administración de la compañía continúa considerando la oferta insuficiente. Esperaba un mínimo de 400 peniques por acción.
'Creemos que la oferta infravalora al grupo y sus posibilidades', dijo el presidente Paul Myners.
Green ha señalado que va a analizar la reacción de los accionistas de Marks & Spencer para continuar o no con la negociación.
Su oferta tenía 13 condiciones, entre ellas, la recomendación del consejo y la revisión de la información financiera del grupo.
Una de las cuestiones que preocupaba a Green era saber si el fondo de pensiones de la compañía contaba con suficiente financiación. También solicitó la apertura de los libros de contabilidad para comprobar los gastos de capital en Simply Food, la filial de alimentación de la empresa, y analizar el contrato que la firma mantiene con el diseñador de ropa Georges Davies, responsable de la marca Per Una.
La nueva oferta incluye además la opción para aquellos accionistas que lo deseen de obtener una participación en su empresa Revival Acquisitions.
El empresario británico, dueño del grupo textil Arcadia y de los grandes almacenes BHS, ha mantenido conversaciones en las dos últimas semanas con los mayores accionistas de Marks & Spencer, incluyendo el fondo estadounidense Brandes Investment, Capital Group y Artisan, sin mucho éxito. Bob Parker, vicepresidente de Credit Suisse Asset Management, accionista de Marks & Spencer, considera que la última oferta de Green se aproxima más a lo que la firma esperaba, pero todavía cree que tiene elementos negativos a tener en cuenta.
A Parker le preocupa la posibilidad de intervención de las autoridades de la competencia, ya que Green, controla con su actual imperio textil, que incluye las tiendas Top Shop, Doroty Perkins y Bhs, entre el 30% y 40% del mercado británico de ropa femenina Por otro lado, el nuevo consejero delegado y antiguo rival de Philip Green, Stuart Rose, está jugando sus propias cartas en contra del magnate. Las instituciones financieras han valorado muy positivamente los cambios de gestión introducidos en Marks & Spencer por el directivo y creen que puede dar un vuelco a la vieja cadena de grandes almacenes sin necesidad de venderla.