Shell unirá sus dos consejos para mejorar la gestión
La petrolera Royal Dutch/Shell estudia unificar sus consejos de administración británico y holandés en uno solo. El objetivo es simplificar la estructura y hacerla más transparente para recuperar la confianza de los inversores, dañada tras el escándalo de las reservas.
La crisis desatada en la petrolera angloholandesa Royal Dutch/Shell por el escándalo de la sobrevaloración de sus reservas está obligando a esta firma a efectuar cambios radicales para contrarrestar su pérdida de credibilidad en el mercado. Ayer la compañía anunció que está estudiando unificar sus consejos de administración británico y holandés en uno solo con objeto de simplificar su estructura, mejorar la gestión y ganar en transparencia
La petrolera señaló el jueves en un comunicado que anunciará los resultados del informe sobre los cambios en la gestión de la corporación, en el que se contemplan decisiones como la unificación de los consejos, el próximo mes de noviembre. Sin embargo, los accionistas tendrán un adelanto de las medidas en la próxima junta que se celebrará el 28 de junio.
La revisión de su estrategia y la simplificación de la estructura directiva era algo que llevaban pidiendo largo tiempo los inversores, que aplaudieron los planes de la petrolera, cuya credibilidad ha sufrido un duro revés en los últimos meses tras revisar en cuatro ocasiones sus reservas probadas de crudo.
Las reservas son una medida clave de la salud de las compañías petroleras y son seguidas por analistas e inversores como un indicador de futura rentabilidad. El doble consejo ha sido duramente criticado por algunos analistas que atribuyen a esta estructura un triste papel en la crisis de las reservas, debido a su descoordinación.
Shell Transport & Trading con sede en Londres, y Royal Dutch Petroleum (La Haya) cuentan con sus respectivos consejos de administración desde su fusión en 1907. La rama holandesa posee el 60% del capital y la británica el 40% restante.
Otras soluciones
Entre las alternativas contempladas por la firma en su nueva organización figura la formación de un único consejo de administración ante el que respondería un consejero delegado. Pero se están valorando también otras opciones. En opinión de los analistas, una dirección única ayudaría a hacer más clara y transparente la estrategia de la empresa. Sin embargo, algunos dudan que la unificación de los consejos sea la solución de todos los males que aquejan al gigante petrolero.
Otra de las iniciativas anunciadas por la firma es la eliminación de las acciones prioritarias de Royal Dutch, que otorgan derecho a voto en ciertas decisiones a los directivos de la filial holandesa.
Jim Stride del grupo Axda, uno de los mayores accionistas de Shell, dijo que la abolición de estos títulos era una noticia excelente para los accionistas y que contribuirá a una mejora en el gobierno de la compañía. Las acciones de la empresa subieron ayer ligeramente tanto en la Bolsa de Londres como en la de Amsterdam.
Desde que se inició la crisis de las reservas en enero de este año, que provocó la salida del anterior presidente, Philip Watts, y de otros directivos, Shell ha estado intentando recuperar la confianza de los inversores institucionales que acusaban a la firma de tener una estructura de gestión inadecuada. El equipo actual, liderado por el nuevo presidente, Jeroen van der Veer, y el director general, Malcolm Brinded, está ganándose poco a poco el respeto de los accionistas. Y el valor de los títulos de la empresa han comenzado a recuperarse tras el desplome de enero
Además de los cambios en la organización, que la compañía empezará a aplicar en el próximo ejercicio, Van der Veer quiere lograr este año un incremento significativo de la exploración y explotación, así como la mejora del negocio de gas y la rentabilidad de las actividades de refino, transporte, distribución y comercialización.
La primera en energías renovables
Al fin una noticia positiva para la tercera petrolera mundial. Según un reciente estudio de Goldman Sachs, Shell ocupa la primera posición en inversión en energías renovables por delante de rivales como la británica BP, la estadounidense Chevron Texaco y la francesa Total.Además, otras cuatro grandes multinacionales petroleras, la italiana Eni y las noruegas Hydro y Statoil, aparecen destacadas por sus inversiones en el desarrollo del hidrógeno como combustible para el transporte.El informe señala que el futuro de la energía se centra en el desarrollo de las pilas combustible de hidrógeno, el viento, la energía solar, la biomasa y la de las olas, aunque actualmente sólo se puede considerar 'relativamente competitiva y rentable la eólica'.Goldman Sachs pone el ejemplo de la empresa británica Centrica, que espera que sus nuevas inversiones en energía eólica le retornarán unos beneficios de entre un 12% y 15%.La firma opina que pese al incremento de las inversiones, el gasto actual de las compañías en energías renovables es insignificante respecto al volumen de sus operaciones globales.