Los países pequeños mantienen en vilo la aprobación de la Constitución europea
El borrador de conclusiones mantiene la mayoría cualificada en el Consejo pero introduce una mayoría 'supercualificada' para la política exterior, de justicia e interior y asuntos económicos y monetarios.
La oposición de ¢once o doce¢ países a la última propuesta de la presidencia irlandesa sobre el reparto de poder en la futura UE mantiene en vilo la aprobación de la Constitución en la Cumbre europea que se celebra en Bruselas. España, Francia y Alemania se muestran satisfechas con la nueva fórmula, según la cual las decisiones en materia de interior, política exterior o política monetaria necesitarán una mayoría supercualificada. Sin embargo, la oposición de los países pequeños ha obligado a la Presidencia irlandesa a suspender la sesión plenaria y a recurrir a los debates bilaterales para acercar posiciones.
El presidente de turno de la UE, Bertie Ahern, ha decidido suspender la reunión plenaria y convocar entrevistas bilaterales para encontrar una salida a la férrea resistencia que muestran sobre todo los países pequeños. De nuevo, según fuentes comunitarias, el motivo de discordia es la definición de la ¢doble mayoría", aunque también se menciona los poderes de la Comisión Europea en la aplicación del Pacto de estabilidad y la mención al Cristianismo. En todo caso, se mantiene el optimismo, según el ministro irlandés para Europa, Dick Roche, que afirma que "estamos muy cerca" de un acuerdo y que los asuntos pendientes son "mero detalle". También un diplomático francés ha declarado que las posibilidades de alcanzar un acuerdo están al 90%.
La última propuesta irlandesa mantiene, en una formulación cada vez más enrevesada, que la toma de decisiones en el Consejo de Ministros se hará por doble mayoría, es decir, que requiere el 55% de los Estados miembros que comprendan al menos el 65% de la población, tal y como se había planteado ayer. También se prevé que para bloquear una decisión es necesario el voto en contra de, al menos, cuatro países.
La novedad de esta mañana estriba en que el caso de que el Consejo deba pronunciarse sobre temas de justicia e interior, política exterior o política económica y monetaria será necesario una mayoría supercualificada: el 72% de los Estados que representen al 65% de la población. Hasta ahora, estas cuestiones no eran competencia de las instituciones europeas, sino que se analizaban directamente en las cumbres de jefes de Gobierno donde las decisiones se adoptan por unanimidad. Asimismo se añade que la abstención, a diferencia de la situación actual, no se contabilizará como voto negativo respecto al total.
Según ha indicado el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, a la agencia France Presse, España está preparada para aceptar esta formulación. También cuenta con el visto bueno de Alemania y Francia. En cambio, este planteamiento ha sido rechazado por una decena de países pequeños encabezados por la República Checa, que reclaman que se eleve al 60% el número de estados necesarios para tomar una decisión (la propuesta señala el 55%) y que la minoría de bloqueo pase de cuatro a cinco países. Según ha explicado, estos Estados creen que la nueva propuesta sólo responde a los intereses de España, algo que disgusta al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que intenta que la propuesta irlandesa no se "diluya", no quede "descafeinada" por el "ataque" de estos "once o doce países".
La Comisión
En cuanto a la Comisión Europea (CE), la nueva propuesta contempla que durante la primera legislatura tras la ratificación de la Constitución haya un comisario "nacional por cada Estado miembro, incluidos el presidente y el ministro de Asuntos Exteriores". Sin embargo, en la segunda legislatura -que según las previsiones actuales arrancaría en 2014-, el número de comisarios se recortaría "a dos tercios del número de Estados miembros".
Por lo que respecta al Parlamento Europeo, se eleva el número de escaños de 736 a 750, con una cuota nacional mínima de 6 eurodiputados por país y una máxima de 96, aunque ésta última cifra aparece entre corchetes, sígno de que no ha sido consensuada aún. Esto podría llevar a Alemania a reducir su presencia en el Parlamento, ya que el vigente Tratado de Niza le asigna 99.
En cuanto a las cuestiones no institucionales, la presidencia mantiene su enmienda sobre la supervisión del Pacto de Estabilidad, según la cual la CE podrá realizar "propuestas" a la hora de determinar si un Estado vulnera el límite de déficit público, pero sólo "recomendaciones" cuando toque definir las medidas correctivas y el plazo para reducir el desequilibrio. La presidencia busca satisfacer así a Alemania o Francia, partidarias de que la CE sólo realice "recomendaciones" -de poca capacidad vinculante-, y a Holanda y Bélgica, partidaria de dotarla siempre con capacidad de plantear propuestas.
Amistad francoalemana
El canciller alemán, Gerhard Schröder, ha ejercido a primera hora de la mañana la representación del Estado francés. Su presidente, Jacques Chirac, se había ausentado de la cumbre para asistir a un homenaje a los combatientes contra la Ocupación nazi, en el 64º aniversario del histórico llamamiento lanzado por el general Charles de Gaulle.