Menú de candidatos a la Comisión
La elección de presidente de la Comisión Europea (CE) es el plato fuerte de la cena que celebran esta noche en Bruselas los 25 líderes de la UE. Y la digestión parece tan complicada que podría ser necesario, incluso, aplazar el nombramiento a julio. La ventaja es que daría más tiempo a buscar un candidato aceptable por el Parlamento Europeo, que lo debe ratificar. El inconveniente, que la presidencia irlandesa de la Unión pierde una moneda de cambio muy útil en las negociaciones para la Constitución que se intentarán cerrar mañana. El primer ministro belga, Guy Verhofstadt, es el presidente ideal para los pesos pesados (Alemania y Francia), pero despierta reticencias en Londres, Roma y Varsovia. Jean-Claude Juncker, primer ministro luxemburgués, cuenta con aval mayoritario de los líderes y el Parlamento, pero se resiste a la oferta. Y en la sombra sigue Javier Solana, no apadrinado expresamente por el Gobierno de Zapatero, pero que puede surgir como una solución de consenso, tan querida en la UE. Se lo propusieron en 1999, pero la guerra de Kosovo le impidió el paso desde la OTAN. Ahora necesitaría ganarse el apoyo del PP Europeo, mayoritario en la Eurocámara. Lo único claro hoy es que Romano Prodi no continuará.