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Tecnología

Sintel saca sus últimos activos a subasta pública

La comisión liquidadora de Sintel ha sacado a subasta pública los activos que quedan en la compañía en quiebra. Entre estos bienes sólo se encuentran los materiales propios de la actividad de la empresa, dedicada a la instalación de redes de telecomunicaciones, que fue propiedad de Telefónica hace más de ocho años, y que vendió a la familia de Miami Mas Canosa, sin que ésta llegara a pagar el valor de la adquisición.

El próximo jueves se subastará, a través de la compañía Lusoroux las bobinas de cable, equipos, conectores o generadores, teléfonos, baterías o escaleras, entre otras muchas cosas. El montante que se obtenga de este paquete ('nada elevado', según los subastadores) se distribuirá a sus acreedores a través de la comisión liquidadora. Se trata de los únicos activos que quedan de la compañía. æpermil;sta dejó en la calle a 1.200 empleados en 2001, quienes acamparon en el paseo de la Castellana en 2001 como protesta por su situación.

Los principales acreedores son los propios trabajadores, despedidos por la compañía, a los que se le adeuda desde 2000, cerca de 60 millones de euros, según el presidente de la asociación de ex trabajadores de Sintel, Adolfo Jiménez.

El reparto de beneficio de Sintratel se efectuará en función de categorías

Precisamente los responsables de esta asociación impulsaron hace algunos meses la creación de una nueva empresa, Sintratel, con la misma actividad de Sintel. El proyecto que se inició con quince trabajadores de la compañía liquidada, suma ya una plantilla de 200 empleados. Sintratel trabaja para Auna, Euskaltel, Ono y Renfe, entre otras.

La intención es llegar a contar con 1.000 trabajadores afectados por la quiebra. La nueva sociedad es propiedad a partes iguales por todos sus trabajadores de Sintel. Cada empleado se ha convertido en accionista con la compra de siete títulos a 31 euros por acción. Esto ha permitido sumar un capital de 60.000 euros. Jiménez espera seguir contratando trabajadores y mantener una política de empleo igualitaria, donde la diferencia entre directivos y trabajadores sea mínima. El reparto de beneficio de la sociedad se efectuará en función de categorías profesionales.

Jiménez espera aumentar esta financiación mediante lo que les adeuda Sintel. Los trabajadores ya ganaron un juicio para recuperar los 10 millones de euros invertidos en sus planes de pensiones, y que los propietarios de Sintel se negaron a reconocerles. También Telefónica, añade Jiménez, tiene una querella pendiente que podría costarle 22 millones.

La querella por extorsión, presentada por los trabajadores de Sintel, pasó a manos del juez Baltasar Garzón, quien rechazó recientemente el recurso solicitado por los imputados: el consejo de Administración de Telefónica de 1998, la familia Mas Canosa, y los ex consejeros de la compañía, Juan Antonio Casanova y Juan Miguel Antoñanzas.

'Ahora todos somos accionistas'

Han pasado casi tres años desde que los trabajadores de Sintel, sindicatos y el anterior Gobierno del PP cerraban un acuerdo de viabilidad para la plantilla afectada por la quiebra. Aquel acuerdo, que produjo el levantamiento del campamento de la Esperanza, 'nunca se cumplió', sentencia Adolfo Jiménez ex presidente del comité de Sintel y cabeza visible de la asociación de ex trabajadores de la compañía.Justo en agosto pasado, el subsidio del paro llegaba a su fin y se 'hizo necesario crear una sociedad para dar empleo a los 1.200 afectados por el conflicto', asegura. Entonces, creamos entre 15 personas una sociedad limitada con la ayuda de José Luis Adell, un gestor de recursos humanos que ha aportado el 5% del capital. El otro 5%, lo aporta el patrimonio de la asociación de ex trabajadores de Sintel y el resto, cada uno de los trabajadores. 'Ahora somos todos accionistas a partes iguales', explica Jiménez.Adell, que es el consejero delegado de la sociedad recién creada, tiene 59 años y fue director de recursos humanos de Renfe (nombrado en 1989) y Sanidad (2001), y hoy es director general del Colegio de Huérfanos de Renfe. Adell fue director de recursos humanos en la filial de Telefónica hasta 1998. Como responsable de comercial y contratos está el propio Adolfo Jiménez. Valeriano Aragonés, expresidente del comité Sintel en Madrid, es ahora responsable de control de producción.

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