Las nuevas farmacéuticas
El sector de la sanidad consta, desde un punto de vista bursátil, de tres patas muy diferentes entre sí. La más conocida es la farmacéutica, compuesta por valores como Pfizer o GlaxoSmithKline, compañías muy maduras y de corte defensivo, cuyo potencial de crecimiento de beneficios oscila entre el 5% y el 8% anual. Otra de las patas es la biotecnológica, compuesta por compañías de menor tamaño que se dedican a la investigación de nuevos fármacos. Finalmente, existen las compañías que elaboran fármacos genéricos, o lo que es lo mismo, medicamentos iguales o similares a otros que han perdido con los años su patente de comercialización.
Las compañías biotecnológicas y las de genéricos se consideran industrias de crecimiento, porque se prevé para ellas una expansión de entre el 25% y el 30% en los próximos años, al margen de cómo evolucione el ciclo económico. De ambas, la más novedosa es la de los genéricos, una industria incipiente de la que Pictet Funds acaba de crear un fondo de inversión específico, el primero de su clase, denominado PF Generics.
'Los medicamentos genéricos se benefician de un riesgo reducido tanto en términos regulatorios como de desarrollo del producto', explica Laurent Payer, gestor del fondo de Pictet. En cuanto a la regulación, son menores los requisitos de las autoridades para su aprobación, porque se trata de medicamentos bien exactos a otros que ya se comercializan, bien que los mejoran en algún aspecto. El éxito del fármaco, en segundo lugar, está garantizado porque ya se ha investigado con el original, con lo que no hace falta someterlos a todas las fases de investigación de un fármaco incipiente.
El potencial de los genéricos es creciente porque los Gobiernos favorecen su uso debido a su menor coste para la seguridad social
El potencial de la industria de genéricos es creciente, según los expertos, porque los Gobiernos favorecen, por su menor coste para la seguridad social, este tipo de medicamentos frente a los originales. Asimismo, se espera que para 2007 hayan expirado patentes por valor de 100.000 millones de dólares (unos 82.600 millones de euros).
Como el sector biotecnológico, el de los genéricos está compuesto por muchas compañías -unas 160- de tamaño pequeño, que se espera que se vayan concentrando con el tiempo. El tamaño en este tipo de industria es fundamental porque se necesitan muchos recursos para lanzar fármacos al mercado. Las previsibles fusiones y adquisiciones serán, por tanto, un acicate para las cotizaciones.
Según Laurent Payer, el desarrollo de este sector en los próximos 10 años pasará por una serie de estadios que impulsarán su crecimiento. Actualmente los genéricos compiten con aquellos medicamentos que replican. En un futuro próximo lo harán con medicamentos de su misma clase, pero distintos al replicado. 'Los mercados emergentes son clientes potenciales que irán creciendo a medida que se desarrolle una clase media', añade Sanjay Patel, analista del sector de Pictet.
El último estadio de desarrollo, aún muy lejano, lo constituyen los biogenéricos: una mezcla entre la industria biotecnológica y la de genéricos. En este caso no se copia un fármaco, sino los procesos moleculares y celulares que utiliza una compañía biotecnológica. Este tipo de producto ya se está desarrollando en regiones emergentes, pero su aterrizaje en países desarrollados llevará más tiempo. En primer lugar, porque la réplica de los procesos no significa que la molécula obtenida sea idéntica, con lo que es difícil probar que se ha utilizado el mismo proceso. De momento no existe en los países desarrollados una legislación al respecto. Además, requerirá de más investigación que un genérico normal, pero menos, eso sí, que la de un producto biotecnológico, para cuya aprobación pueden pasar años y años.
Los genéricos son, pues, una oportunidad a largo plazo. Pero no dejan de ser un subsector que entraña algún riesgo. Por esa razón, en una cartera de renta variable no es recomendable, según Pictet, invertir más de un 2% en ellos, a modo de diversificación.