Cobertura de catástrofes
El Gobierno ha decidido que el Consorcio de Compensación de Seguros indemnice a las empresas que vean mermados sus resultados como consecuencia de atentados terroristas u otros acontecimientos extraordinarios, caso de terremotos o inundaciones. De esta forma zanja un debate que se abrió el 11-S y volvió a ponerse sobre la mesa, al menos en España, tras los atentados del 11-M. De hecho, los Estados socorrieron a las aerolíneas tras los luctuosos acontecimientos de Nueva York y el Gobierno español, a través del propio Consorcio de Compensación, corrió con algunas indemnizaciones a empresas a raíz del 11-M. El mecanismo aprobado por la Dirección General de Seguros consiste en crear un fondo para cubrir estas situaciones que se dota con un recargo sobre pólizas de entre el 0,095 y el 0,25 por mil del capital asegurado. La iniciativa parece razonable, dado que concede al asegurado la tranquilidad de tener un colchón ante imprevistos que antes no existía. No obstante, para ser efectiva, esta medida debe estar acompañada de un control serio y riguroso por parte de las autoridades para evitar fraudes.