Volvo redobla la apuesta por la seguridad del coche
La seguridad es una de las principales líneas de actuación para Volvo. De hecho, y desde que en 1957 introdujese el cinturón de seguridad con doble anclaje en su gama de automóviles, la marca sueca ha sido precursora de numerosos sistemas destinados a proteger al pasaje.
En este sentido, y con un objetivo tan ambicioso como reducir al mínimo -y a largo plazo a cero- el número de muertos en carretera, el parlamento del país nórdico aprobó en 1997 el programa Visión Zero, del que Volvo es pilar básico. Dos son los objetivos: la responsabilidad compartida, que afecta a fabricantes, usuarios, policía, organismos públicos y diseño de la red viaria, y el estudio del comportamiento humano, responsable del 60% de los percances. Ambos parámetros confluyen en el desarrollo de sistemas de protección cada vez más eficaces.
En esta línea, Volvo ha implementado sólidas y estables arquitecturas, en caso de impacto severo, como las de los modernos S40 y V50, y ha desarrollado dispositivos como el IDIS que evita la distracciones del conductor o el Whips que protege contra los latigazos cervicales.
Ahora de un paso más, con novedades como el sistema de frenado automático ante riesgo de colisión, un airbag de cortina para el futuro cabrio o el dispositivo BLIS, que vigila los ángulos muertos de los retrovisores.
Sobre el primero, todavía en desarrollo, está destinado a compensar distracciones del conductor que provoquen los alcances traseros o, al menos, mitigar sus consecuencias al reducir la velocidad a la que se produce el impacto. Consta de un radar frontal que realiza un barrido de 150 metros, y de una cámara que alcanza otros 60. El sistema detecta el obstáculo, evalúa parámetros como la distancia y la velocidad y, en caso de que el conductor no reaccione a tiempo, actúa. Primero, alertando con un chivato luminoso reflejado en el parabrisas, y de forma simultánea activando una alarma acústica. Entre ambos se puede alertar al piloto para que reaccione a tiempo y esquive el obstáculo. El sistema también analiza la presión ejercida sobre los frenos, y sólo si la colisión es inevitable, activa una frenada automática.
La segunda gran novedad se basa en el airbag de cortina para descapotables. Hasta la fecha, era una opción inviable con un techo retráctil, pero Volvo ha instalado la 'bolsa salvavidas' en el interior de la puerta. Este airbag llegará con la próxima generación cabrio.
Por último, el BLIS que supervisa el ángulo muerto de los retrovisores con cámaras digitales. Controla un espacio de 9,5 metros de largo por tres de ancho, se activa a más de 10 km/h y avisa, mediante una luz en el retrovisor, de la proximidad de vehículos que se encuentren en la zona vigilada. No reacciona ante coches aparcados u obstáculos fijos.
y más...
Volvo ya dispone de vidrios laminados para las ventanillas que repelen el agua y mejoran la visibilidad lateral en caso de lluvia, y trabaja en la calidad y el medio ambiente del habitáculo. Se calcula que un tercio de la población es hipersensible, lo que aumenta alergias y asma. Por ello, Volvo lleva años trabajando en la aplicación de materiales y soluciones que eviten esas patologías. Por ejemplo, cuenta con el sistema IAQS, que garantiza un aire interior más limpio.