La UE busca 700.000 científicos dentro y fuera de sus fronteras
La Unión Europea (UE) se ha propuesto incrementar la inversión en investigación y desarrollo hasta el 3% de su producto interior bruto (desde el 1,9% actual). Pero la inyección de recursos públicos y privados, según la Comisión Europea, sólo fructificará si la Europa de los 25 cuenta con el personal cualificado necesario para aprovecharla. Bruselas calcula que se necesitan 700.000 nuevos científicos antes de 2010. Y quiere comenzar a buscarlos. Dentro o fuera de las fronteras comunitarias.
'El objetivo de 700.000 científicos', señalan en el Consejo de la UE, 'debe conseguirse con medidas interrelacionadas, como hacer más atractiva la carrera científica para los jóvenes o aumentar las oportunidades de formación'. Pero también, de manera crucial, 'abriendo la comunidad científica europea a los nacionales de terceros países'.
Hoy mismo, los ministros de Justicia e Interior de la UE discutirán en Luxemburgo las modificaciones legales necesarias para facilitar la llegada de científicos a las empresas, centros de investigación u organismos públicos que deseen reclutar personal en terceros países. Los ministros ultiman una recomendación que pedirá a las autoridades nacionales que extremen las facilidades para el traslado y permanencia de este personal especializado a Europa.
'Mientras EE UU atrae cerebros, nosotros discutimos el tamaño de las fotografías de sus visados', se lamentan en el departamento de Justicia de la Comisión Europea
Los 25 se comprometerán a expedir en el futuro permisos de residencia para los investigadores en el más breve plazo posible, así como a facilitar los de sus familiares. Las autoridades de inmigración se abstendrán además de establecer cuotas fijas en la admisión de ciudadanos extracomunitarios para cubrir puestos de investigación.
Es todo un avance. Pero la discusión de hoy pondrá también de manifiesto la resistencia de varios países a una relajación de la política de visados en esta área. 'Mientras EE UU atrae cerebros, nosotros estamos todavía discutiendo el tamaño de las fotografías de sus visados', se lamentan fuentes del departamento de Justicia de la Comisión Europea.
La meta final, aunque todavía lejana, 'es impulsar un visado único para que los científicos puedan transitar libremente por la Unión Europea', afirma Fabio Fabbi, portavoz del departamento de Investigación de la Comisión Europea.
Las dificultades para importar científicos se añaden a la ya conocida fuga de cerebros europeos hacia los centros de investigación estadounidenses (según la CE, el 75% de los europeos doctorados en EE UU entre 1991 y 2000 no tienen intención de regresar). Y al dato, quizá no tan divulgado, de la inversión que las empresas europeas realizan en I+D... en EE UU. Sólo en el año 2000, el flujo ascendió a 5.000 millones de euros.
La hemorragia de capital y recursos humanos sólo puede detenerse, según Bruselas, aumentando el atractivo del espacio europeo de investigación. Europa cuenta ahora con una proporción de cinco investigadores por cada 1.000 puestos de trabajo, frente a ocho en EE UU. 'El objetivo del 3% de inversión en I+D exigirá un mínimo de ocho investigadores por cada 1.000 trabajadores', advierte la Comisión Europea.