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Transporte

La red europea de transporte no estará terminada hasta 2035

El desarrollo de una gran red europea de infraestructuras de transporte, que se gestó en 1996 y preveía su culminación en 2010, ya fue ampliado el pasado ejercicio hasta 2020. Sin embargo, un estudio de PricewaterhouseCoopers asegura que al ritmo actual de construcción y con las inversiones disponibles, el proyecto no estará listo antes de 2035.

Una de las conclusiones del informe es que este abultado retraso en la puesta en marcha de las nuevas infraestructuras 'pone en peligro el crecimiento económico de la Unión Europea'.

El estudio recuerda que en 1996 la Comisión estableció un primer listado de nuevos equipamientos de transporte, de los que consideró como 'prioritarios' 14 proyectos. La inversión que requería el desarrollo del plan completo ascendía entonces a 400.000 millones de euros y el horizonte de ejecución finalizaba en 2010.

Sin embargo, PricewaterhouseCoopers (PwC) puso ayer de manifiesto que a finales de 2002 únicamente se había materializado el 23% de la inversión global prevista para los 14 corredores preferentes (28.000 millones de euros frente a un volumen de 125.000 millones) y sólo un 17% del resto de proyectos (46.800 millones sobre un total de 275.000). El pasado año, la comisaria de Transportes de la UE, la española Loyola de Palacio, estableció otro listado de 29 proyectos prioritarios para facilitar la libre movilidad de bienes, personas y servicios en la Unión y estableció sus necesidades de inversión en 235.000 millones y fijó en 2020 el escenario de finalización. Además de estos corredores, el viejo continente necesitaba infraestructuras por valor de otros 365.000 millones. Lo cierto es que 'sin más recursos de cada país, sin una nueva redistribución de los fondos europeos y sin la financiación privada, no será posible contar con la red europea de transporte hasta 2035', según PWC.

Más poder para la Comisión

El estudio elaborado por PricewaterhouseCoopers asegura que las cuatro razones a las que obedece el retraso acumulado por la red transeuropea de transportes son por un la lado la primacía de las necesidades nacionales a corto plazo sobre los objetivos europeos a la hora de asignar los recursos presupuestarios, de otro la ausencia de un liderazgo fuerte de la Comisión capaz de vigilar los distintos ritmos inversores de cada país e incluso de sancionar a quienes infringen injustificadamente dichas fechas. La tercera causa es la falta de un marco jurídico homogéneo para la ejecución de los proyectos transfronterizos.También, la falta de racionalización de las normas contables y de los marcos jurídicos que faciliten la entrada de capital privado en la financiación de la red europea está siendo un lastre para la construcción de esta clase de proyectos. Según Guillermo Massó, socio del Grupo de Infraestructuras de PwC 'es imprescindible la puesta en marcha de mecanismos de financiación privada de infraestructuras que complementen los presupuestos de cada país'.

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