Previsible freno en el crecimiento de la eurozona
El crecimiento de la eurozona en el primer trimestre ha sido ligeramente mejor al previsto: 1,3% interanual frente al 1,1% esperado. Esta cifra supone un incremento sustancial respecto de los trimestres previos (casi duplica la tasa del cuarto trimestre de 2003), pero hay algunos factores preocupantes en el dato.
La desviación positiva se ha debido al sector externo, que ha contribuido al crecimiento agregado (con 0,3 puntos porcentuales) por primera vez desde el tercer trimestre de 2002. En cambio, la demanda doméstica sigue débil: ha crecido sólo un 1,0%, empeorando en tres décimas su registro del trimestre previo. La debilidad doméstica refleja fundamentalmente la situación alemana: el crecimiento germano del primer trimestre superó en dos décimas nuestra previsión, pero gracias a un muy buen sector externo, mientras que su demanda interna volvió a debilitarse.
La evolución reciente de los indicadores mantiene la tónica de los meses anteriores. Los datos disponibles siguen reflejando una continuidad en la mejoría, pero a un ritmo muy leve. La lentitud de la recuperación europea no parecía grave hace unos meses, en un contexto de mejora internacional generalizada, y con una inflación del área bajo control que permitía una política monetaria laxa. Además, la reciente depreciación del euro frente al dólar mejoraba las expectativas, permitiendo esperar un potenciamiento de la recuperación a través del sector exportador.
Sin embargo, el encarecimiento reciente del petróleo complica la situación en un momento en que la recuperación es todavía precaria. Primero, del lado de las expectativas de empresarios y consumidores (en mayo han caído marginalmente, pero podrían empeorar más los próximos meses de continuar la incertidumbre). Segundo, por el lado de la inflación, que ya se ha resentido, y la atadura que ello genera sobre la autoridad monetaria. Una subida de tipos en el contexto actual puede frenar durante los próximos meses el ritmo de la producción y retrasar de nuevo la reactivación de la demanda interna.
Claves a tener en cuenta
El crecimiento de la zona euro ha sorprendido por su mayor alza, aunque la demanda interna sigue débil.
La mejora de los indicadores de producción sigue siendo modesta.
El repunte del petróleo puede frenar la recuperación.