Sáenz defiende desmontar el Estado de bienestar
El vicepresidente segundo y consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, considera que es imprescindible 'desmontar ' el Estado del bienestar y cree que no hay 'demasiado tiempo para hacerlo'. Sus declaraciones causaron sorpresa en círculos empresariales y sindicales.
Sáenz aprovechó ayer un almuerzo en Bilbao, invitado por el Club Financiero, para asegurar que 'el wellfare (estado del bienestar) hay que desmontarlo y no tenemos demasiado tiempo para hacerlo. Es un mensaje que para mí es clarísimo, aunque seguramente nadie me hará caso, pero os aseguro que hay una tremenda preocupación en Europa sobre esta cuestión. La pregunta es cuánto tiempo tenemos para hacerlo y no es demasiado, no tenemos quince años'.
Insistió en que 'el crecimiento económico a largo plazo y la competitividad están íntimamente ligados a las mejoras estructurales de los mercados de trabajo y financieros; a los niveles de impuestos y a las prácticas regulatorias'. 'Es decir -señaló-, o mejoramos estructuralmente nuestros mercados laborales y financieros, y acomodamos nuestro niveles impositivos a los de aquellos países que nos van a hacer la competencia, y acomodamos nuestra práctica regulatoria a conceptos mucho más liberales, o realmente vamos a tener en un problema'.
A preguntas de los invitados no especificó que es lo que habría que desmontar el sistema de bienestar europeo, 'no soy un político que deba hacer un programa', pero insistió en que 'es indiscutible que a largo plazo el crecimiento económico esta íntimamente unido a unos factores, uno de los cuales, y no el menos importante, son las reformas en el mercado de trabajo y eso significa seguridad social, subsidios, horas trabajadas, subsidio de desempleo, movilidad'.
'No es posible pensar que el wellfare europeo pueda continuar, mucho menos después de la entrada de los 10 nuevos miembros en la UE', recalcó. Así, cree que la ampliación de la UE 'es el principal problema estratégico' para España, ya que plantea graves riesgos de deslocalización y de pérdida de fondos estructurales, aunque también puede suponer una oportunidad en términos empresariales. Sáenz señaló que en un mundo globalizado 'no se pueden ignorar las posibilidades de trasladar la producción (o los servicios) a países emergentes', que es 'donde están las oportunidades' y recordó que los costes laborales en Brasil son una décima parte que en los países más desarrollados. Cree que la irrupción de China en los mercados, facilitando a las empresas el acceso a productos baratos y permitiendo por tanto una mayor inversión, es una de las causas del crecimiento económico, la baja inflación y el descenso de los tipos. Sin embargo alertó sobre la presión que está generando en las materias primas y la deslocalización de empresas.
Las 'filtraciones' frustran la compra del Abbey
El Grupo Santander estudió comprar el banco británico Abbey National, aunque dio por frustrada la posible operación a causa de las 'filtraciones', afirmó ayer el consejero delegado del banco, Alfredo Sáenz. Añadió que 'las conversaciones se han dado por terminadas'. 'El tema se descarriló y descarrilado está', sentenció. 'Pensamos que podíamos añadir valor' al Abbey, que tiene una tecnología 'muy obsoleta' a través 'de la reducción de costes' que, según calculó, rondarían los 500 millones de libras anuales. En su intervención, Alfredo Sáenz volvió a destacar que la participación que tiene el Santander el banco italiano Sanpaolo IMI (del 8,7%), 'con todas sus dificultades y todas sus incógnitas', es 'estratégica'.