LG Philips recompra la antigua Miniwat para 'cerrarla dignamente'
La empresa mixta LG Philips ha comunicado al Tribunal de la Competencia su intención de recomprar el 90% de la antigua Miniwat, la fábrica de tubos catódicos de 14 pulgadas en Barcelona y que el pasado año vendió a la sociedad inversora Business Creation.
El objetivo es 'cerrarla dignamente, porque la fábrica ahora Barayo S.A. no tiene otra salida', explicaron a Cinco Días fuentes cercanas a la operación, que está pendiente de la aprobación por parte del Tribunal de la Competencia. La histórica fábrica, dedicada desde su fundación a producir tubos para televisores pequeños, perdió 18 millones de euros en 2003 y las previsiones para este año son alcanzar pérdidas de entre 12 y 14 millones.
'La tecnología que se hace en esta planta está obsoleta. En el mercado se están imponiendo las pantallas planas con tecnología de plasma y de LCD, así que está condenada al cierre', apuntan las mismas fuentes, que reconocen que el centro de Barcelona está perdiendo cinco euros por cada tubo que produce.
La fábrica, situada en la Zona Franca, está produciendo actualmente 2,4 millones de tubos al año (aunque su capacidad llega a los seis), de los que un 90% se exporta a Turquía y a países de Este de Europa.
Un portavoz de la empresa explica que la situación económica del dólar también ha recrudecido las pérdidas sufridas por la empresa, ya que los tubos catódicos son un producto que se vende en dólares.
La empresa mixta LG Philips, creada por ambas multinacionales en 2001, se ocupará de buscar la solución más digna para los trabajadores, apunta otro portavoz. La plantilla se ha reducido en poco más de un año de 741 en febrero de 2003 a 457 en la actualidad.
Ahora queda por ver cuál es la resolución del Servicio de Defensa de la Competencia -algo que se prevé ocurra en una o dos semanas- y qué medidas adoptarán los trabajadores cuando se les confirme el desenlace.
Fuentes del sector aseguran que toda la fábrica está montada para producir exclusivamente los citados tubos y que es inviable su reconversión. 'Si LG Philips quisiera dedicar el centro a otros fines tendría que empezar literalmente desde cero. No sólo en maquinaria sino en formación de los trabajadores, que siempre han hecho lo mismo'.
Conflictos sucesivos
La historia de la planta catalana está salpicada de conflictos. El más duro se vivió el pasado año, cuando LG Philips anunció la venta del 90% de Miniwat a la sociedad inversora, una firma a la que CC OO atribuyó un historial 'liquidacionista'. El sindicato se querelló entonces contra la dirección de LG Philips a la que acusaron de abandonar su proyecto industrial en Barcelona.
Business Creation manifestó entonces su intención de no cerrar la planta, sino de buscar actividades alternativas para las instalaciones. El propósito no ha tenido éxito, según las mismas fuentes, que aseguran que los sindicatos llevan tiempo pidiendo volver a manos de Philips, su antigua propietaria. 'La recompra la verán con buenos ojos', dicen. La razón, apunta otro portavoz, es que la plantilla prevé obtener así una mejor indemnización por despido.