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Internet

Comcast entra en el mercado de la telefonía a través de internet en EE UU

Comcast ha intensificado con su anuncio una batalla que ya se libraba sobre todo por el mercado de internet de alta velocidad entre la industria del cable y las telefónicas. Con más de 21 millones de suscriptores de cable para televisión, la entrada de la empresa dirigida por Brian Roberts en telefonía, a través de una mejorada tecnología VOIP (protocolo de voz en Internet), aumenta la competencia en este mercado que ya planteaban otras como Time Warner, Cablevisión y Cox, a las operadoras tradicionales.

Comcast, que empezará con este servicio, más barato para el cliente que el teléfono tradicional, en tres ciudades este año, espera que se expanda al país entero a finales de 2006, para entonces espera tener unos 40 millones de clientes y ganar terreno a gigantes como Verizon.

Para la empresa, esta tecnología es barata de poner en marcha según el análisis que ayer hizo Eric Geil de Standard & Poor's, mucho más que la telefonía tradicional en la que participa ahora de forma colateral al hacerse con 1,2 millones de suscriptores de AT&T cuando compró la filial de banda ancha a esta empresa en 2002.

Para Comcast, que ayer celebraba su junta anual de accionistas, la entrada en este mercado, es crítica después de que la empresa desistiera de su OPA hostil sobre Disney con la que pretendía aportar contenido a su imperio de cable. Roberts califica este negocio como 'de fuerte crecimiento'.

Por otro lado, Roberts sumó ayer a su cargo de consejero delegado de Comcast el de presidente no ejecutivo, un papel que hasta entonces había tenido Michael Armstrong, el ex líder de AT&T Corp. Armstrong llegó a este puesto tras completar la venta de la filial de cable de la telefónica. Irónicamente, su salida coincide con la transformación de Comcast en el tipo de empresa compacta en telecomunicaciones que para AT&T quiso. Armstrong invirtió 112.000 millones en compras con este fin, pero el peso de la deuda mientras el mercado de la telefonía de larga distancia caía hizo insostenible la empresa que tuvo que vender negocios.

Armstrong asegura que su visión de empresa no era fallida pero que se vio obligado a competir con otras telefónicas, como Worldcom, que plantearon una agresiva política comercial apoyadas en sus cuentas fraudulentas.

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