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Denuncia

El fiscal demanda a la Bolsa de Nueva York por los pagos al ex presidente

La Bolsa de Nueva York ha sido denunciada por el fiscal Eliot Spitzer. El objeto principal de la demanda, es, sin embargo, el ex presidente Richard Grasso, que se embolsó una compensación de 139,5 millones de dólares y a quien se exige que la devuelva en gran parte.

Spitzer se ha sumado a los esfuerzos en marcha para anular el millonario paquete de compensación recibido por Grasso por su labor al frente de la Bolsa neoyorquina. 'No se puede pagar casi 200 millones de dólares a una persona desde una institución sin ánimo de lucro, no es razonable', dijo Spitzer ayer en rueda de prensa.

La denuncia afecta también a la Bolsa y a uno de los miembros del comité de compensaciones, Ken Langone, por el papel jugado en la aprobación de esta millonaria paga.

En concreto, se acusa a la Bolsa de ignorar las leyes que gobiernan las instituciones sin ánimo de lucro aunque se reconoce que Grasso transmitió información incorrecta o que inducía a la equivocación sobre su sueldo. El fiscal dijo, no obstante, que la Bolsa actual 'es hoy una institución distinta' y agradeció a John Reed y John Thain, presidente y consejero delegado, la ayuda prestada en este caso.

En su denuncia, el fiscal pide que se rescinda el pago recibido por Grasso y que un juez dictamine cuál es la compensación lógica para este ejecutivo. Lo que se quiere es que devuelva 'bastante más de 100 millones de dólares'.

Spitzer acusa a Grasso de poner sus intereses por encima de los de la Bolsa y mantener ajenos a los consejeros sobre el paquete de compensaciones que se determinaba bajo unos criterios bajo su control. 'La fórmula tenía fisuras', dijo ayer el fiscal que en otros tiempos hizo equipo con el ayer denunciado para perseguir los excesos de la banca de inversión.

El fiscal asegura que Grasso y el ex director de recursos humanos del mercado, Frank Ashen, no informaron debidamente de los pagos. Ashen no ha sido denunciado porque cerró un acuerdo extrajudicial con Spitzer por el que se compromete a colaborar y pagar 1,3 millones de dólares. La consultora Mercer también ha optado por un acuerdo para caerse de la denuncia. Esta consultora devolverá las comisiones cargadas a la Bolsa en 2003 por analizar los pagos a Grasso. Spitzer, que citó en muchas ocasiones la palabra 'razonable', tiene ante si un caso que puede tener difícil encaje jurídico, pero no se descarta que Grasso se avenga a un acuerdo que hasta ayer rechazaba.

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